A poca distancia de Astaná, la Reserva Natural Estatal de Korgalzhyn es un refugio de vida silvestre donde los visitantes pueden observar majestuosos flamencos rosas en sus zonas de anidación.
A solo dos horas de Astaná, la Reserva Natural Estatal de Korgalzhyn es la zona protegida más grande de Kazajistán y está reconocida como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Con más de 543 000 hectáreas de humedales, alberga cientos de especies de aves y plantas y es una parada vital en las rutas migratorias.
La principal atracción de la reserva son sus flamencos, que cada primavera llegan por miles a anidar en el extremo norte de su hábitat. A salvo de depredadores y alimentados por los camarones de agua salada del lago Teniz, los flamencos crean curiosas "guarderías" para sus polluelos y adquieren poco a poco su característico color rosa debido a su dieta.
Korgalzhyn también atrae a miles de ecoturistas cada año desde Europa y Asia. Más allá de los flamencos, los visitantes pueden ver cisnes, antílopes saiga y un paisaje intacto que ofrece una visión poco común de la naturaleza virgen de Asia Central.