Newsletter Newsletters Events Eventos Podcasts Videos Africanews
Loader
Encuéntranos
Publicidad

Los esclavos pompeyanos seguían una dieta que hoy consideraríamos sana

Detalles del contenido del ánfora encontrada
Detalles del contenido del ánfora encontrada Derechos de autor  Pompei
Derechos de autor Pompei
Por Euronews
Publicado
Compartir Comentarios
Compartir Close Button

Las excavaciones realizadas en la villa de Civita Giuliana revelan cómo los esclavos recibían alimentos nutritivos como habas y fruta, probablemente para garantizar su eficiencia.

Desde la villa de Civita Giuliana, en el parque arqueológico de Pompeya, resurge un asombroso fragmento de la vida cotidiana de los esclavos romanos: habas, peras y manzanas cuidadosamente conservadas para mantenerlos sanos. Una imagen que da un vuelco a algunos estereotipos y muestra cómo, en determinadas circunstancias, quienes sólo eran considerados una "herramienta parlante" podían estar mejor alimentados que muchos ciudadanos libres.

Los últimos descubrimientos proceden de unas excavaciones financiadas con 140.000 euros por el Ministerio de Cultura. Según se informa en los informes de las excavaciones, en el primer piso de las dependencias serviles de la gran villa se han encontrado ánforas con habas -una de las cuales aún está medio vacía- y una voluminosa cesta con fruta, probablemente peras, manzanas o sorbos.

Estos alimentos complementaban la dieta de hombres, mujeres y niños esclavizados que vivían en celdas de unos 16 metros cuadrados, cada una ocupada por hasta tres camas. Para el propietario, mantener en buena forma a trabajadores que valían miles de sestercios era una prioridad: las proteínas y las vitaminas eran esenciales para mantener la eficiencia de los trabajadores agrícolas.

La decisión de colocar la comida en el piso superior parece responder a una doble necesidad: proteger los alimentos de los roedores -que ya se encontraban en grandes cantidades en la planta baja, que carecía de suelo adecuado- y gestionar estrictamente las raciones diarias. Las raciones podían variar según la función, la edad y el sexo, mientras que la supervisión se confiaba quizá a los sirvientes de mayor confianza, como sugiere un estudio anterior del complejo servil.

Los arqueólogos calculan que se necesitaban unos 18.500 kg de grano al año, cultivados en una superficie de 25 hectáreas, para alimentar a unos cincuenta trabajadores, lo que equivale a la capacidad de las dependencias serviles.

Para evitar la desnutrición o las enfermedades, las legumbres y la fruta eran esenciales. No es de extrañar, por tanto, que los esclavos de las villas de Pompeya pudieran, en algunos casos, alimentarse mejor que las familias libres, obligadas a vivir por conveniencia o a pedir ayuda a los notables de la ciudad.

La villa arroja más fragmentos de historia

Las investigaciones se están llevando a cabo en el sector norte del barrio servil, bajo la actual Via Giuliana, sacando a la luz estructuras murales de los pisos superiores y cuatro habitaciones divididas por tabiques de opus craticium.

Villa Servile Civita Giuliana
Villa Servil Civita Giuliana Pompei

En la planta baja se obtuvieron vaciados de puertas de madera con montantes de hierro, probablemente parte de la puerta de doble hoja que conducía del pórtico al santuario. Otro molde parece pertenecer a un apero agrícola, tal vez un arado de hombro o un tirador, mientras que un gran panel de madera podría ser la puerta de una puerta en reparación, hallada cerca de la llamada habitación del carpintero.

"Hechos como este dejan claro lo absurdo del antiguo sistema esclavista", afirma Gabriel Zuchtriegel, director de Pompeya y coautor del estudio. "Seres humanos tratados como máquinas pero con una realidad que escapa a cualquier intento de deshumanización: todo nos recuerda que la línea entre un esclavo y un hombre libre era más delgada de lo que imaginamos".

Se trata de temas, cree Zuchtriegel, que siguen estando de actualidad: "Hoy en día hay más de 30 millones de personas en el mundo sometidas a formas modernas de esclavitud".

De la lucha contra los saqueadores de tumbas a los proyectos de valorización

La villa Civita Giuliana ha sido objeto de investigaciones arqueológicas desde 2017, en sinergia con la Fiscalía de Torre Annunziata, que ha trabajado para poner fin a años de saqueos. Las campañas 2023-24 profundizaron en la zona comprendida entre el barrio residencial y el servil, verificando los datos recogidos por las investigaciones judiciales.

Actualmente está en marcha el proyecto 'Demolición, excavación y valorización en Civita Giuliana', financiado con fondos ordinarios del Parque Arqueológico. El proyecto prevé la demolición de dos edificios construidos en el barrio servil y la ampliación de las excavaciones, con el fin de reconstruir la planta de la villa y definir nuevas estrategias de protección y valorización.

Ir a los atajos de accesibilidad
Compartir Comentarios

Noticias relacionadas

La ciudad romana de Pompeya redescubierta gracias a la tecnología inmersiva

Arqueólogos desentierran un casco romano "excepcionalmente raro" en Dinamarca

Los secretos que esconde Şanlıurfa: el lugar donde se puede reescribir la historia del ser humano