El crecimiento explosivo de Erick pone de relieve la rápida intensificación de las tormentas provocada por el aumento de la temperatura marina.
El huracán Erick ha tocado tierra este jueves en la costa pacífica de México, con un impacto más leve de lo previsto. Su entrada se ha producido cerca de la línea divisoria entre Oaxaca y Guerrero, y actualmente avanza hacia el noroeste por el interior de este último estado. Con vientos que superan los 200 kilómetros por hora y clasificado como categoría 3, se espera que el fenómeno pierda fuerza gradualmente al acercarse a zonas montañosas y se disipe por completo a lo largo del viernes.
Por el momento, no se registran víctimas mortales, desaparecidos o daños significativos en una zona costera de gran afluencia, con centros vacacionales de importancia como Acapulco o Puerto Escondido. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró el miércoles en un vídeo que todas las actividades en la región quedaban suspendidas e instó a las personas a quedarse en sus casas o trasladarse a refugios en caso de ser necesario.
Predecir la evolución de estos huracanes se ha vuelto cada vez más difícil. A primera hora del jueves, Erick aún era un huracán "extremadamente peligroso" de categoría 4, con vientos de hasta 230 km/h, hasta su degradación al tocar la costa. Este tipo de intensificación rápida se ha vuelto más común con un clima más cálido, especialmente en el Atlántico y cerca de Estados Unidos.
Según el Centro Nacional de Huracanes, el año pasado se produjeron 34 casos de intensificación rápida, que se dan cuando una tormenta alcanza al menos 56 km/h en 24 horas. Esta cifra dobló la media estadística, lo cual dificultó las previsiones de los meteorólogos. Erick ganó unas 80 km/h en solo 18 horas según se acercaba a la costa.
¿Es el huracán Erick inusual para esta época del año?
La temporada de huracanes en el Pacífico Oriental, que comienza el 15 de mayo y se extiende hasta el 30 de noviembre, tiene un promedio de 15 tormentas con nombre, ocho de las cuales se convierten en huracanes. De ellos, solo cuatro alcanzarán la máxima categoría, con vientos de más de 177 km/h.
Esta es la quinta tormenta del Pacífico americano en un mes que llevamos de temporada; una cifra algo más alta de lo habitual tal y como confirma Brian McNoldy, investigador de huracanes de la Universidad de Miami. Generalmente, la quinta tormenta nombrada por los meteorólogos no aparece en el Pacífico Oriental hasta el 23 de julio.
Aunque generalmente menos numerosas que las pacíficas, las tormentas atlánticas suelen causar más destrucción porque azotan zonas más pobladas. Los estudios han relacionado el cambio climático provocado por el hombre en general con más episodios de intensificación rápida, así como con tormentas más húmedas y lentas.