Las polillas bogong son los primeros invertebrados conocidos que utilizan las estrellas para desplazarse a distancias tan largas.
Una polilla australiana sigue a las estrellas durante su migración anual, utilizando el cielo nocturno como brújula guía, según un nuevo estudio. Cuando las temperaturas suben, las polillas nocturnas Bogong vuelan unos 1.000 kilómetros para refrescarse en cuevas de los Alpes australianos. Después regresan a casa para reproducirse y morir.
Las aves se guían habitualmente por la luz de las estrellas, pero las polillas son los primeros invertebrados conocidos, o criaturas sin columna vertebral, que encuentran su camino a través de distancias tan largas utilizando las estrellas.
Las polillas utilizan una visión del cielo nocturno
Los científicos llevan tiempo preguntándose cómo viajan las polillas a un lugar en el que nunca han estado. En un estudio anterior se insinuó que el campo magnético de la Tierra podría ayudarlas a tomar la dirección correcta, junto con algún tipo de punto de referencia visual como guía.
Dado que las estrellas aparecen en patrones predecibles cada noche, los científicos sospecharon que podrían ayudar a guiarlas. Colocaron a las polillas en un simulador de vuelo que imitaba el cielo nocturno y bloqueaba el campo magnético terrestre. Luego revolvieron las estrellas y vieron cómo reaccionaban las polillas.
Cuando las estrellas estaban como debían, las polillas aleteaban en la dirección correcta. Pero cuando las estrellas estaban en lugares aleatorios, las polillas se desorientaban. Sus células cerebrales también se excitaban en respuesta a orientaciones específicas del cielo nocturno.
Los resultados se publicaron el miércoles en la revista 'Nature'. "Fue una demostración muy limpia e impresionante de que las polillas utilizan realmente una visión del cielo nocturno para guiar sus movimientos", afirma Kenneth Lohmann, que estudia la navegación animal en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y no participó en la nueva investigación.
¿Utilizan otros animales el cielo nocturno para navegar?
Los investigadores no saben qué características del cielo nocturno utilizan las polillas para orientarse. Podría tratarse de una franja de luz de la Vía Láctea, una nebulosa de colores o algo totalmente distinto.
Sea lo que sea, los insectos parecen confiar en ello, junto con el campo magnético de la Tierra, para realizar su viaje. Otros animales se guían por las estrellas. Los pájaros siguen señales celestes cuando surcan los cielos, y los escarabajos peloteros hacen rodar sus restos a cortas distancias mientras utilizan la Vía Láctea para mantener el rumbo.
Según David Dreyer, autor del estudio y profesor de la Universidad de Lund (Suecia), es impresionante que las polillas Bogong, cuyo cerebro es más pequeño que un grano de arroz, confíen en el cielo nocturno para su odisea. "Es sorprendente que un animal con un cerebro tan pequeño pueda hacer esto", dijo Dreyer.