- Jean Baptiste (Francia):
“Me gustaría saber, como francés y como europeo, en qué punto se encuentra la construcción europea, especialmente en lo relacionado con sus símbolos. Tenemos una bandera, un himno…Pero qué pasa: tenemos un himno, pero no lo cantamos, tenemos esta bandera que ondea, pero no sabemos a qué corresponde. ¿Para qué tener símbolos si no los utilizamos?”
- François Brunatel, Jefe de Protocolo del Parlamento Europeo:
“Hay que saber que inmediatamente después de la elección por sufragio universal del Parlamento europeo en 1979, el parlamento que representa a los ciudadanos de Europa quiso que esta fuera dotada de símbolos semejantes a los que tienen los estados. Esencialmente una bandera y un himno.
Hubo largos debates y finalmente, en 1986, acordamos adoptar no una nueva bandera, sino la creada a principios de los años 50 por el Consejo de Europa, porque no hay dos Europas. Es una sola y única Europa, con formas de integración diferentes.
Y luego más tarde adoptamos también el himno europeo, el último movimiento de la novena sinfonía de Beethoven, también llamado “Oda a la alegría”.
Se han establecido otros símbolos, especialmente una divisa, “Unidos en la diversidad”, “In varietate concordia”, adoptada en 2001. Pienso que el ciudadano puede reconocerse a través de ellos si añadimos, además, el pasaporte europeo y el euro, para los afortunados que lo tengan.
El próximo nueve de mayo en Estrasburgo, el Parlamento europeo celebrará el vigesimoquinto aniversario de la adopción de la bandera y el himno europeos. Se izarán ante el Parlamento los colores europeos en presencia de los eurocuerpos y, a continuación, habrá un concierto en el que se tocará el himno europeo.
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