Las protestas de Hambach resultaron ser la punta de un iceberg que hoy supone un enorme reto para el país. El lobby del carbón es una fuerza ciclópea, sus tentáculos abrazan a cargos políticos y sindicatos.
Hace seis años decenas de ecologistas ocuparon el bosque de Hambach,en Alemania. Querían evitar la ampliación de la mina de lignito -un tipo de carbón muy contaminante- al aire libre más grande de europa, una obra que implicaba talar cientos de árboles centenarios y poner en peligro, según explican los activistas, a la gran cantidad de biodiversidad que habita el bosque.
Seis años después de que comenzara su lucha, la policía ha irrumpido en los campamentos con una movilización sin precedentes en la región de Renania del Norte-Westfalia, que se ha visto invadida por activistas, cuerpos de seguridad, y cámaras de televisión. El periodista de Euronews Hans von der Brelie estuvo allí, habló con los protagonistas, y se sumergió en el problema que representa el carbón en Alemania. Las protestas de Hambach resultaron ser la punta de un iceberg que hoy supone un enorme reto para el país. El lobby del carbón es una fuerza ciclópea, sus tentáculos abrazan a cargos políticos y sindicatos. El país, considerado un referente de política ecológica en Europa, produce casi un 40% de su energía eléctrica gracias al carbón que, a su vez, da más de 20.000 puestos de trabajo.
Una comisión nombrada por el Gobierno alemán trata de poner solución y fijar una fecha para el final del carbón. Tiene hasta diciembre para hacerlo. Mientras tanto, las manifestaciones siguen en alemania. En Insiders, Euronews ha tratado de poner el foco y profundizar en un problema cuya solución, todavía hoy, se antoja difícil.