El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, considera que su partido debería ser expulsado de la formación
PUBLICIDADEl primer ministro húngaro, Víktor Orbán, se ha convertido en un personaje molesto para el Partido Popular Europeo.
Muchos piden su expulsión, pero la formación se resiste a dar el paso ya que perdería los escaños que su partido, Fidesz, aportará al grupo en la Eurocámara tras las elecciones de mayo.
Pero para el presidente de la Comisión Europea, el primer ministro húngaro ha ido demasiado lejos. "Orbán y yo no tenemos nada en común", ha dicho Jean-Claude Juncker. "¿Por qué debería quedarse en mi partido si no tenemos cosas en común? ¿Debo irme porque hay alguien en la mesa que rechaza todo lo que defiendo? En mi opinión, su lugar no se encuentra en el Partido Popular Europeo".
La gota que ha hecho colmar el vaso ha sido el cartel que el gobierno húngaro está utilizando para su campaña electoral y en el que Juncker aparece junto al magnate George Soros. En él se acusa a la Unión Europea de alentar la inmigración.
El contraataque ha llegado, claro y directo, vía twitter, desde la bancada popular húngara. "Juncker ha fracasado porque, durante su presidencia, millones de inmigrantes ilegales han entrado en la UE y los británicos se han ido", ha escrito Tamas Deutsch.
Pero, ¿cual es la influencia real de Orbán en la Eurocámara?. Para el eurodiputado sueco Gunnar Hokmark, también del grupo Popular, ninguna. "Hay una cosa muy clara" afirma. "Ha sido políticamente marginado. Nunca he oido a ningún miembro de Fidesz plantear los problemas de Orbán".
Pero una cosa parece clara, la disputa con uno de los principales líderes de la Unión Europea.... podría hacer ganar votos a Orbán en las elecciones de mayo.