El Parlamento Europeo exige medidas para luchar contra la mutiliación genital femenina

Demasiadas niñas y demasiadas mujeres siguen siendo víctimas de la mutilación genital femenina.
Son amputados con una simple cuchilla, sin anestesia, en un ritual violento que las priva de una sexualidad normal de por vida.
Khady Koita se considera una sobreviviente. Nació en Senegal y sufrió esta práctica en su propio cuerpo. Ahora es una militante.
"Decidí hacer campaña contra la mutilación genital femenina porque en los años 80, en Francia, hubo varias muertes", explica Khady Koita, de la organización La Palabre. "Una niña de tres meses murió de una hemorragia después de la escisión, y esto fue especialmente traumático para mí".
Naciones Unidas estima que solo en la Unión Europea, viven 600.000 mujeres a las que han practicado la escisión. Y 180.000 niñas están en riesgo.
Las charlas en las escuelas ayudan a sensibilizar a los jóvenes, ya que a menudo, las jóvenes sufren la amputación cuando regresan a su país de origen durante las vacaciones.
"Después de nuestra intervención", añade Koita, "hay chicas que vienen para compartir su experiencia personal y que nos preguntan cómo podemos ayudarlas. Porque han oído que sus padres planean un viaje a África y les han dicho que van a celebrar una gran fiesta en su honor durante las vacaciones" .
En Bruselas hay un hospital donde las víctimas pueden recibir asistencia, psicológica y también quirúrgica.
Estas son las consecuencias de los diferentes tipos de amputaciones que sufren. "Para las mujeres cuyo clítoris ha sido cortado, en primer lugar hay dolor. Además pueden desarrollar pequeños tumores en el nervio, que son muy, muy dolorosos", explica Martin Caillet, doctor del hospital Saint Pierre. "Para las mujeres que han sido cosidas, en este caso hablamos de infubulación, otro tipo de mutilación, sólo les dejan un agujero de unos milímetros para el flujo menstrual y la orina. Y obviamente esto hace que las relaciones sexuales sean extremadamente complicadas".
Por una amplísima mayoría, el Parlamento Europeo ha votado una resolución que llama a luchar contra la mutilación genital femenina. Exige más controles, más campañas de prevención y sobretodo, atención para las supervivientes.
"Necesitamos líderes políticos que se tomen esto más en serio, que lo traten como el terrible crimen que es y que comprendan cómo afecta a la vida las mujeres", afirma Frances Fitzgerald, eurodiputada irlandesa del grupo Popular.
La resolución también pide que se presione a los terceros países, en África y Asia. Porque si nada cambia, miles de millones de niñas seguirán siendo mutiladas en nombre de la tradición y la religión.