El hacinamiento y la falta de higiene los convierte en un territorio propicio a la propagación. Desde el Parlamento Europeo piden su evacuación
PUBLICIDADUn nuevo drama amenaza a los refugiados que se hacinan en los campamentos de la isla griega de Lesbos. La falta de espacio y de higiene los hace extremadamente vulnerables al nuevo coronavirus.
Las organizaciones de derechos humanos están preocupadas ante la falta de recursos para evitar un brote, y para tratarlo en caso de necesidad.
La Comisión Europea es consciente del problema. “Se crearía una situación muy difícil si el virus llega a Moria o a cualquier otro centro de recepción o de hacinamiento en las islas griegas”, reconoce Ylva Johansson, comisaria europea de Interior. “Por eso es necesario tomar muchas medidas en este momento”.
Los expertos creen que la crisis del coronavirus no debe servir de excusa para frenar la tramitación de las demandas de asilo.
“Las personas que llegan a las fronteras aún tienen derecho a solicitar asilo y no pueden ser devueltas sin que se evalúe su demanda”, explica Philippe De Bruycker, profesor de la Universidad Libre de Bruselas. “Esto no significa que no se deba hacer nada a nivel sanitario. Los solicitantes pueden ser sometidos a una prueba para ver si están enfermos o no. Y si lo están, se pueden aplicar medidas como la cuarentena, incluso pueden ser detenidos, o se pueden limitar sus movimientos en el territorio de los Estados”.
Pero la influencia del Covid-19 ya se hace sentir en muchos países donde han reducido sus servicios al mínimo para evitar los contactos.
“Muchos Estados miembros consideran que las entrevistas con los solicitantes de asilo no deberían tener lugar en este momento para evitar la interacción social”, explica la comisaria Johansson. “Esto implica que habrá demoras en los procesos de asilo. Pero creo que los Estados miembros están tomando estas medidas con el único objetivo de reducir el riesgo de propagación del virus”.
Desde el Parlamento Europeo, el comité de Derechos Civiles ha pedido la evacuación de los campamentos. Quieren evitar que la crisis humanitaria se convierta en un problema de salud pública que podría acarrear muchas muertes.