Los tres países participan en este proyecto para recuperar las redes de pescar perdidas o abandonadas. Está financiado en su mayor parte por los fondos de cohesión de la Unión Europea.
Adrinet es un ejemplo de cooperación para la preservación del ecosistema marino en el Mar Adriático. Desde el inicio del proyecto, cada país participante ha llevado a cabo una acción contra las 'redes de pesca fantasma'. Para ello, identifican la zona donde se encuentran las redes de pesca en el fondo del mar, evalúan si deben retirarse rápidamente para no dañar más el fondo marino y monitorean estas acciones.
"El problema de las redes dispersas debe abordarse rápidamente, en el momento en que se pierde una red, y el uso del microchip puede ayudar. La red debe recuperarse inmediatamente porque de lo contrario, si esta red se deja durante años, y parte de la fauna y del ecosistema marino perteneciente a esa zona se estratifica en esta red, eliminar estas redes puede convertirse en un problema, porque obviamente se ha creado un nuevo equilibrio que destruiremos de nuevo", explica Elisabetta Bonerba, líder de proyecto, Adrinet.
"Lo que se debe hacer, como con toda contaminación, es prevenir, actuar en el aprendizaje de la gente, en este caso de los operadores y pescadores, porque las redes representan plástico que se dispersa como una bolsa o una botella. Al igual que otros artículos plásticos deben eliminarse del fondo del mar cada vez que se pierdan", insiste Elisabetta Bonerba, líder de proyecto, Adrinet.