La ministrs de Asuntos Europeos de Alemania, Anna Lührmann, ha asegurado que cree que pondría en riesgo el suministro de gas de la UE.
PUBLICIDADAlemania está totalmente en contra limitar el precio máximo de las importaciones de gas. Una idea ha ido ganando adeptos entre los Estados miembros de la Unión Europea, para poder hacer frente a la subida de los precios de la energía.
Pero, en una entrevista con Euronews, la ministra alemana de Asuntos Europeos, Anna Lührmann, ha dejado claro que sería contraproducente y asustaría a los proveedores. "El problema con el tope de precios es que si se introduce un tope de precios, unilateralmente como UE y todos los demás consumidores del mundo no lo hacen, el gas irá a otros clientes y podríamos sufrir una escasez en el suministro de gas o suministro aún menor en la UE. Así que creo que debemos tener mucho cuidado con este tipo de límites de precios establecidos"
Según Berlín, la Unión Europea debería diversificar como se estructuran sus suministros y entablar negociaciones directas con los proveedores de gas para asegurarse de que se obtienen precios más bajos. "Creo que sería importante discutir con proveedores de gas individuales, como Noruega, sobre las formas de reducir aquí el precio, porque ellos tienen un gran interés en la Unión Europea y en que el mercado europeo florezca", ha defendido la ministra.
La semana pasada la Comisión Europea presentó un paquete de medidas que incluye un ahorro de la demanda de electricidad e impuestos a los beneficios sobrevenídos de las empresas energéticas. "Los [impuestos a los] beneficios sobrevenídos de las empresas energéticas son muy necesarios para que podamos utilizar esos excedentes que no están justificados por ningún esfuerzo extra que hayan hecho las empresas. Pero por la manera que el mercado energético está estructurado podemos utilizar esos excedentes y devolvérselos a los consumidores, a los ciudadanos, sobre todo a los más necesitados, para que les reduzcamos los precios", ha argumentado Lührmann.
Lührmann ha visitado Bruselas para reunirse con el resto de ministros de Asuntos Europeos en un consejo en el que debaten sobre la posibilidad de acabar con la regla de la unanimidad en materia de política exterior y de seguridad.
Alemania es uno de los países que está de acuerdo en la medida y cree que debería hacerse lo antes posible y antes de que nuevos países entren en la UE.