Este jueves han sido puestos en libertada para pasar a arresto domiciliario vigilado el italiano Pier Antonio Panzeri y el eurodiputado belga Marc Tarabella. La ex vicepresidenta de la cámara Eva Kaili ya tiene autorización para hacerlo en los próximos días.
Uno detrás de otro, los principales sospechosos del escándalo de corrupción en el Parlamento Europeo están saliendo de la cárcel.
Panzeri y Tarabella
Este es el momento en el que este jueves lo hacía Pier Antonio Panzeri, el supuesto cerebro de la trama de dinero a cambio de favores, llevando un brazalete electrónico.
El pasado enero firmó un acuerdo de arrepentido con las autoridades belgas por el que se comprometió a colaborar y aportar información sobre la red a cambio de una reducción de su futura condena.
Este mismo día también era excarcelado el europarlamentario belga Marc Tarabella. Insistía al salir en que no tenía nada que reprocharse a sí mismo y expresaba su alivio de poder reunirse con su familia después de pasar por esta verdadera prueba.
Eva Kaili, la última en salir
La última en ver la calle será Eva Kaili, a la que un juez autorizó este miércoles cambiar su régimen de prisión preventiva. La ex vicepresidenta de la eurocámara fue arrestada el pasado nueve de diciembre con varias bolsas llenas de efectivo en su casa de Bruselas.
Su abogado ha asegurado que no había huellas digitales suyas en los billetes y que seguirá luchando para demostrar su inocencia.
"Está en buen estado psicológico", decía Michalis Dimitrakopoulos. "Espera con impaciencia el momento en el que se abra la puerta de la cárcel para ir a casa y besar a su hija".
Su pareja, Francesco Giorgi, había sido liberado en febrero, aunque ambos vivirán en domicilios diferentes.
Arrestos domiciliarios con pulsera electrónica
Giorgi fue asistente parlamentario de dos de los acusados. Consiguió antes su excarcelación tras confesar ser parte de la organización empleada por Catar y Marruecos para influir en las políticas europeas.
Hay que sumar al grupo a Niccolò Figà-Talamanca,que también dejó la prisión en febrero. Los cinco vivirán bajo arresto domiciliario con pulsera electrónica a la espera de juicio. El sexto sospechoso, Andrea Cozzolino, en arresto domiciliario en Nápoles, está pendiente de su extradición a Bélgica.
A todos ellos se los acusa de participación en organización criminal, corrupción y lavado de dinero.