Desde Bruselas, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, instó a los países de la UE a dejar que Kiev use armas donadas para "golpear profundamente" en territorio ruso. Borrell aboga por el levantamiento de las restricciones para alcanzar los puntos "desde donde Rusia está bombardeando".
"Los aliados occidentales, incluidos los 27 miembros de la Unión Europea, deben dar inmediatamente permiso a Ucrania para utilizar las armas donadas para atacar profundamente a Rusia y mantener el impulso de la incursión en Kursk", aseguró este jueves el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, al unirse a una reunión de sus homólogos de la UE en Bruselas.
"Lo que realmente importa es el momento -añadió Kuleba- Y ese es el problema hoy".
Asombro en el Kremlin por la incursión ucraniana en Kursk
La operación terrestre en la provincia de Kursk, en el sur de Rusia, ha sido un golpe de efecto en la guerra de Ucrania. Por primera vez desde la II Guerra Mundial ha irrumpido en Rusia un ejército extranjero.
El Kremlin ha reaccionado furiosamente, lanzando una andanada de drones y misiles contra ciudades ucranianas, matando a docenas de civiles y destruyendo más infraestructura crítica. La devastación ha agravado los temores que se venían gestando en Bruselas de que Moscú quiera desatar una crisis humanitaria en invierno y provocar una nueva ola de refugiados en toda Europa.
Armas contra "objetivos militares legítimos"
Al hablar de la necesidad de proteger "nuestras ciudades" y "nuestros niños", Kuleba dijo que las armas donadas podrían utilizarse para atacar "objetivos militares legítimos" en Rusia, como los aeródromos utilizados por el ejército ruso para disparar proyectiles contra Ucrania.
"Si se nos permite atacar, reduciremos significativamente la capacidad de Rusia para infligir daños a nuestra infraestructura crítica y mejoraremos la situación de nuestras fuerzas sobre el terreno. Por lo tanto, quienes intentan culpar a Ucrania de no tener el éxito suficiente deberían recordar siempre que el éxito de Rusia depende de una cosa: de la disposición de los socios a tomar decisiones audaces".
La cuestión del levantamiento de las restricciones a las armas ha estado sobre la mesa de la UE durante meses, después de que el presidente Volodímir Zelenski la planteara en mayo durante su visita a Bruselas. La petición ha sido aceptada por algunos estados miembros, como los Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Polonia y los tres países bálticos, pero el consenso no es general.
Varias visiones del derecho a defenderse de Ucrania
Italia ha rechazado que Ucrania pueda incrementar sus ataques con armas de larga distancia, mientras que Alemania se ha negado a proporcionar los misiles de crucero Taurus, con un alcance de hasta 500 kilómetros, por los que Kiev está presionando.
Junto con Kuleba, Josep Borrell, representante saliente de la política exterior de la UE, dio su pleno apoyo. Aseguró que las restricciones a las armas suministradas por Occidente deberían levantarse de acuerdo con el derecho internacional para permitir el derecho a la legítima defensa.
"Está claro que Rusia quiere destruir completamente el sistema eléctrico de Ucrania para dejar a Ucrania a oscuras y sin calefacción durante el próximo invierno", dijo Borrell este jueves.
Quien decide está en Washington
Sin embargo las decisiones a una guerra en Europa se encuentran en gran medida en Washington DC, donde la administración de Joe Biden pone límites al uso de misiles balísticos de largo alcance por temor a una escalada del conflicto.
El Reino Unido, otro donante clave, también frena la medida a la espera de la aprobación estadounidense, y algunos miembros de la UE temen que permitir que Ucrania lance ese tipo de ataques en territorio ruso con las armas que ellos proporcionan propicie una escalada.
"Tenemos una conversación muy abierta con el Reino Unido, con Estados Unidos pidiéndoles que no desperdicien el impulso que nuestros soldados y civiles pagaron con su sangre y sacrificio.
Armas prometidas y no entregadas
Durante la reunión de ministros de Asuntos Exteriores, el enviado ucraniano también planteará la brecha entre el anuncio de los suministros militares y la "entrega real" de esa asistencia. Los retrasos, dijo, son "excesivamente largos" y dificultan la planificación de la guerra. Eso nos molesta mucho", dijo Kuleba.
La Unión Europea y los estados miembros han prometido 39.000 millones de euros en apoyo militar a Ucrania desde el inicio de la invasión, pero no está claro cuánto de esta cifra ha llegado al país devastado por la guerra. El mes pasado, Bruselas transfirió directamente 1.500 millones de euros a Kiev a través de un novedoso plan basado en los activos congelados de Rusia.
El ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, advirtió de que Corea del Norte e Irán eran constantes en sus suministros a Moscú, lo que permitió que continuara la invasión, e instó a los países de la UE a intensificar sus esfuerzos.