El mercado bursátil alemán ha seguido alcanzando nuevos máximos, impulsado por la relajación de las políticas monetarias de los bancos centrales mundiales. Sin embargo, los retos políticos y económicos pueden limitar las ganancias.
PUBLICIDADAlemania, tercera economía mundial, se enfrenta a una gran incertidumbre económica y política, que podría ejercer presión sobre sus mercados bursátiles, en máximos históricos. El DAX, índice de referencia del mercado bursátil alemán, alcanzó un máximo histórico antes de retroceder bruscamente el viernes, justo antes de unas elecciones estatales clave el domingo.
A pesar de ello, los futuros bursátiles apuntan a una apertura positiva en toda Europa, impulsados por el optimismo mundial tras el enorme recorte de tipos de la Reserva Federal la semana pasada. Sin embargo, a pesar del repunte a corto plazo, es probable que las bolsas alemanas sigan enfrentándose a desafíos.
Incertidumbre política
Durante el fin de semana, el Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz se impuso por un estrecho margen a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en Brandeburgo, con un resultado de 30,9% a 29,2%, según el comisionado electoral del estado.
Sin embargo, la reñida contienda indica que el partido gobernante alemán está perdiendo apoyo público, especialmente tras las históricas victorias de la AfD contra la coalición tripartita de Scholz en dos estados del este la semana pasada.
La AfD se hizo con el primer puesto en Turingia y quedó en segundo lugar en Sajonia, mientras que el partido de extrema izquierda de reciente creación, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), terminó tercero en ambas regiones.
El BSW, un partido populista prorruso, también obtuvo el 12% de los votos en Brandeburgo, posicionándose como un actor crucial en el panorama político de la región, justo un año antes de las elecciones generales alemanas.
Tanto la AfD como el BSW comparten posiciones comunes en cuestiones clave: son contrarios a la inmigración y prorrusos, y piden el fin del apoyo de Alemania a Ucrania y la reanudación de las importaciones de gas ruso.
Alemania, situada en el centro de las tensiones geopolíticas entre el este y el oeste, se enfrenta a una creciente inestabilidad política, que probablemente merme la confianza de las empresas y haga el país menos atractivo para la inversión extranjera.
Berlín paraliza la venta de acciones de Commerzbank
La Agencia Alemana de Finanzas anunció el viernes que el Gobierno "no venderá, hasta nuevo aviso, ninguna acción adicional" del Commerzbank, con el fin de evitar una posible adquisición por parte del italiano UniCredit. En su comunicado, el organismo subraya que la estrategia del banco está "orientada hacia la independencia".
Se espera que esta noticia provoque una venta masiva de acciones de Commerzbank, el segundo banco alemán, cuando abran los mercados.
La semana pasada, las acciones de Commerzbank se dispararon a su nivel más alto en 12 años tras conocerse que UniCredit había solicitado la aprobación del Banco Central Europeo para adquirir hasta el 30% del banco. UniCredit ya había logrado comprar una participación del 9%, convirtiéndose en el segundo mayor accionista, por detrás del 12% del gobierno alemán.
La postura defensiva de Berlín pone de manifiesto la persistencia de barreras normativas y políticas dentro de la Unión Europea, que obstaculizan los esfuerzos por unificar su sector bancario. Esta fragmentación sigue minando la capacidad del bloque para competir eficazmente en la escena mundial contra rivales como Estados Unidos y China.
La emblemática industria alemana se enfrenta al declive
La industria automovilística alemana se enfrenta a una serie de retos, como el repunte de la inflación, la intensificación de la competencia china, la debilidad de la demanda mundial y los elevados costes de la transición energética. El sector manufacturero lleva dos años en recesión, agravada por la guerra de Ucrania.
Volkswagen ha mantenido conversaciones con los sindicatos sobre el posible cierre de su fábrica alemana, con planes de recortar hasta 30.000 puestos de trabajo. Esta decisión se produce en medio de un descenso de las ventas y un aumento de los gastos, que contribuyeron a una caída de los ingresos del 3,8% durante el segundo trimestre, con un descenso de las ventas en China del 20%.
En septiembre, BMW rebajó sus previsiones para todo el año después de que un fallo en el sistema de frenado provocara la llamada a revisión de más de 1,5 millones de vehículos.
PUBLICIDADEl viernes pasado, Mercedes-Benz también recortó sus previsiones anuales debido a la debilidad de la demanda, sobre todo en China.
Las dificultades a las que se enfrentan los principales fabricantes de automóviles alemanes -Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz- ponen de manifiesto el declive de la principal industria del país, que ensombrece sus perspectivas económicas.
El índice Euro Stoxx 600 Automobiles & Parts ha caído un 11%, mientras que el índice paneuropeo Stoxx 600 ha subido un 7,5% en lo que va de año.