Los activistas se manifestaron ante una importante estación de ferrocarril para llamar la atención sobre los 300 recién nacidos abandonados anualmente en las maternidades.
La organización no gubernamental SOS Aldeas Infantiles organizó una manifestación frente a la estación de tren de Nyugati, en el centro de Budapest, para concienciar sobre el elevado número de recién nacidos abandonados en hospitales del país tras el parto.
Cada año, 300 recién nacidos son abandonados en las maternidades de los hospitales húngaros. La ONG llamó la atención sobre el hecho de que esta situación priva al niño de elementos cruciales para su sano desarrollo, como el vínculo con sus padres, el contacto piel con piel y la lactancia materna.
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