Varios vídeos afirman que el sucesor del Papa Francisco ya ha sido nombrado, pero no es así como se elige a un nuevo obispo de Roma. Cómo funciona realmente el sistema?
Se han colgado en YouTube vídeos falsos en los que se afirma que el Papa Francisco va a abandonar su cargo de obispo de Roma y cabeza de la Iglesia Católica. Varios vídeos publicados en redes sociales, algunos con decenas de miles de visitas, afirman que también se ha nombrado al sucesor del Papa: El prelado filipino Luis Antonio Tagle.
Nada de esto es cierto: el Vaticano no ha anunciado nada sobre la renuncia del Papa Francisco en su sitio web ni en ningún otro lugar, y tampoco hay medios de comunicación acreditados que informen al respecto.
Cualquier idea de que el Papa vaya a dimitir parece haber sido rechazada por el propio pontífice: en su autobiografía 'Esperanza', que salió a la venta a principios de enero, dijo que se siente bien y que no tiene intención de dimitir.
La mayoría de los vídeos en los que se hacen estas afirmaciones suelen mezclar imágenes de archivo y están doblados con una voz de inteligencia artificial. Algunos incluso utilizan fragmentos de 'The Onion', un sitio web famoso por sus noticias satíricas.
¿Cómo se elige al Papa?
Otra pista de que los vídeos son falsos es que cometen un error fundamental: los Papas no son nombrados, sino elegidos por los cardenales, en un proceso que ha suscitado una gran intriga recientemente gracias al estreno del thriller papal 'Cónclave' el año pasado.
Cuando un Papa muere, o más raramente dimite (como el predecesor directo de Francisco, Benedicto XVI, el primero en dimitir desde Gregorio XII en 1415), el colegio cardenalicio se reúne en el Vaticano para preparar la elección de su sucesor. Los cardenales son los más altos funcionarios de la Iglesia, nombrados personalmente por el Papa, y suelen ser obispos ordenados de todo el mundo.
Tras una serie de congregaciones generales en las que debaten las necesidades y retos de la Iglesia Católica, celebran lo que se conoce como cónclave papal para elegir al nuevo obispo de Roma. Sólo los cardenales menores de 80 años pueden votar en esta votación secreta, y el número máximo de cardenales electores se sitúa en 120.
Aunque, en teoría, cualquier varón católico bautizado puede convertirse en Papa, en la práctica los cardenales votan casi con toda seguridad a uno de los suyos, y a menudo ya se han identificado posibles candidatos al pontificado en el periodo comprendido entre la renuncia o muerte de un Papa y la elección de su sucesor.
Se encierran en la Capilla Sixtina, de ahí el nombre "cónclave", del latín "cum clave" ("con llave"), y no se les permite ningún contacto con el mundo exterior, para evitar cualquier influencia indebida.
El proceso puede durar días, y los cardenales comen, duermen y votan en un recinto cerrado para garantizar la estricta confidencialidad de los debates. No pueden tener contacto con el mundo exterior, pero sí pueden entrar dos médicos y parte del personal de limpieza, que también juran guardar el secreto.
Los cardenales votan cuatro veces al día hasta que un candidato obtiene dos tercios de los votos. Cada vez que ningún candidato lo consigue, las papeletas se queman con productos químicos que producen humo negro. Cuando se elige a un candidato, los votos se queman en sustancias químicas que producen el icónico humo blanco, señalando al mundo que se ha elegido a un nuevo Papa.
Entonces elige su nombre papal y se dirige al balcón de la Basílica de San Pedro, haciendo su primera aparición pública como Papa.