Los distintos partidos del Gobierno neerlandés llevan meses discutiendo sobre un proyecto legislativo que endurece la ley de asilo en Países Bajos.
El legislador de derechas neerlandés Geert Wilders ha amenazado con abandonar la coalición de Gobierno y convocar nuevas elecciones si no se aprueban los polémicos cambios que endurecen la ley de asilo del país.
Durante meses, la inestable coalición de Gobierno entre el Partido de la Libertad (PVV) de Wilders, el conservador-liberal Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), el centrista Nuevo Contrato Social (NSC) y el agrario y populista Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB) han discutido sobre la legislación que pretende reducir el número de solicitudes de asilo en el país.
El lunes, el proyecto de ley fue criticado por el Consejo de Estado neerlandés, que planteó cuestiones sobre su viabilidad jurídica y concluyó que la legislación estaba "chapuceramente redactada". El máximo órgano consultivo del país afirmó que era improbable que las medidas condujeran a una reducción de las solicitudes de asilo y advirtió de que, por el contrario, podrían suponer una mayor carga para las autoridades de inmigración y los tribunales.
El tribunal, que asesora sobre toda la legislación neerlandesa, recomendó finalmente que no se introdujera el proyecto de ley en su forma actual. Wilders respondió amenazando con dimitir si la ley no se introducía inmediatamente, burlándose de la recomendación del tribunal por considerarla la opinión de "burócratas no elegidos". El PVV de Wilders es el partido más grande del Parlamento y podría forzar nuevas elecciones retirando a sus políticos de la coalición.
El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, aún no se ha pronunciado sobre la recomendación del tribunal, pero dijo el viernes que sus decisiones siempre deben "tomarse en serio". El legislador del NSC, Diederik Boomsma, dijo que la legislación podría "cambiarse". Su sugerencia llevó a Wilders a escribir en X: "Estáis jugando con fuego. No más cambios... de lo contrario los votantes podrán opinar".
Wilders ya ha amenazado anteriormente con desencadenar crisis políticas en Holanda si otros partidos no cumplen la legislación sobre inmigración. En octubre del año pasado, intentó declarar el estado de emergencia en todo el país para impulsar medidas de asilo más estrictas sin la aprobación parlamentaria. Al final, los cuatro partidos del Gobierno acordaron una nueva serie de medidas que restringían el derecho de los solicitantes de asilo a recurrir en los tribunales y limitaban a tres años la validez de su estatuto.
Wilders también ha pedido anteriormente que Holanda se excluya de la política común de asilo de la Unión Europea.