El acto coincidió con el vigésimo aniversario de boda de la pareja real británica y formó parte de la visita de Estado de cuatro días del rey Carlos III a Italia.
El rey Carlos III y la reina Camilla asistieron el miércoles por la noche a una cena de Estado ofrecida por el presidente italiano, Sergio Mattarella, en el palacio del Quirinale. En el acto, que coincidió con el aniversario de boda de la pareja, participaron como invitados la primera ministra, Giorgia Meloni, y el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
Al comienzo de la cena, el presidente Mattarella elogió el compromiso del Reino Unido con la asociación europea, afirmando que "es un elemento de confianza ver confirmado el compromiso claro y convencido de Londres, junto con sus socios europeos, en la protección del orden internacional". "Ese orden basado en reglas que juntos hemos contribuido a establecer y de cuya salvaguarda depende un futuro de paz y seguridad para la humanidad", añadió.
A primera hora del día, los Reyes se reunieron en privado con el Papa Francisco, en el primer encuentro conocido desde el regreso del pontífice al Vaticano tras cinco semanas en el hospital por una neumonía bilateral que hizo temer por su vida.
Aunque en un principio el Papa tenía intención de reunirse con el monarca británico, la visita de Estado prevista al Vaticano se pospuso debido al estado de salud de Francisco, que cursó una nueva invitación para una audiencia privada, supeditada a su salud, que no se confirmó hasta el miércoles por la mañana. La visita, que tuvo lugar a media tarde, duró unos 20 minutos e incluyó un intercambio privado de regalos. Se están manteniendo conversaciones sobre una futura visita del monarca al Vaticano.
Un comunicado del Vaticano indica que el Papa deseó a Carlos y Camilla un feliz aniversario, mientras que el rey y la reina expresaron sus deseos de una pronta recuperación del Papa. El Palacio de Buckingham añadió que "sus Majestades estaban encantados de que el Papa estuviera lo suficientemente bien como para recibirles y de haber tenido la oportunidad de transmitirles sus mejores deseos en persona".
El rey Carlos también se reunió con actores y estudiantes de teatro italianos antes de ver escenas de Otelo de Shakespeare en el Mattatoio, un edificio industrial regenerado que solía ser el principal matadero de Roma. Mientras tanto, la reina Camilla mantuvo un encuentro con los niños de la escuela Alessandro Manzoni, durante el cual recibió una pizza margarita como regalo de una pizzería local.
La pareja también saludó a los turistas mientras se detenía a tomar un helado en la histórica Gelateria Giolitti, tras el discurso pronunciado por el Rey Carlos ante una sesión conjunta del Parlamento italiano ese mismo día.