La Comisión Europea propone reorientar hacia la Defensa una parte de los fondos de cohesión, cuyo objetivo es reducir las disparidades regionales entre los 27 Estados miembros.
Ante la retirada estadounidense y la guerra de Ucrania, la Unión Europea busca financiación para defensa. Por ello, la Comisión Europea propone reorientar parte de los fondos de cohesión hacia esta nueva prioridad. Creados en 1994, estos fondos sirven sobre todo para financiar proyectos medioambientales y redes transeuropeas en los Estados miembros con menor renta nacional bruta per cápita.
En el Parlamento Europeo, los Verdes están totalmente en contra de esta opción: "Los fondos que tenemos en los programas de cohesión se destinan a los retos económicos y a la división social", declaró a 'Euronews', Rasmus Andresen, eurodiputado alemán del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea. "Hay que invertir en Seguridad, sí, pero hay que hacerlo con dinero nuevo y no reciclando parte de los fondos de cohesión como propone la Comisión", opina Andresen.
Los fondos de cohesión representan 392.000 millones de euros, es decir, un tercio del presupuesto europeo para el periodo 2021-2027, pero sólo se ha gastado realmente un 7% y se ha programado un 30%. La razón es que las autoridades habrían utilizado primero otros programas, como el plan NextGenerationEU, cuyo objetivo es ayudar a las economías a recuperarse de la pandemia de COVID-19.
El eurodiputado búlgaro Andrey Novakov Partido Popular Europeo (PPE) no dudó en calificar la política de cohesión de "Bella Durmiente" durante un debate en el Parlamento Europeo a principios de abril.
Uso civil y militar
En la actualidad, estos fondos no pueden utilizarse para financiar Ejércitos o comprar material militar. Sin embargo, sí se pueden emplear para costear productos con usos tanto civiles como militares, como drones o maquinaria.
"Por regla general, los fondos de la política de cohesión no deben utilizarse para reforzar la Defensa, dado que es el mayor fondo que iguala las oportunidades de desarrollo de las regiones europeas. Sin embargo, hay excepciones, porque estamos hablando de inversiones de doble uso que también pueden ser financiadas por la política de cohesión", afirma Jacek Protas, eurodiputado polaco del Partido Popular Europeo (PPE).
En su opinión, la política de cohesión debería permitir, por tanto, financiar "el refuerzo de puentes y vías de acceso en las fronteras con Rusia, Ucrania y Bielorrusia", "construir refugios bajo edificios públicos" o "preparar hospitales para un posible conflicto armado" y añade: "Son inversiones que sirven a la población local en el día a día, y que en tiempos de guerra pueden servir también para la Defensa".
Política de cohesión de la CE
Mientras algunas autoridades nacionales y locales temen que se centralicen los fondos de cohesión, la respuesta de la Comisión Europea es que quiere dar más margen de maniobra a los países que deseen financiar su Defensa.
"Muchos de los lugares más pobres de la UE son también aquellos donde la amenaza rusa es mayor. Así que no perjudica necesariamente a la lucha contra la desigualdad europea", declaró a 'Euronews' Garvan Walshe, investigador asociado del Centro Wilfried Martens de Estudios Europeos, un think-tank del Partido Popular Europeo (PPE).
"Si se invierte en la modernización de la industria en Bulgaria y Rumanía, se sigue invirtiendo en la cohesión de la UE", añade Walshe. No obstante, sigue habiendo obstáculos. Por ejemplo, el 37% de los fondos de cohesión deben destinarse a proyectos relacionados con el clima.
"Si aíslas cuarteles militares, probablemente eso cuente para tus objetivos climáticos (...) Estas cosas no son completamente excluyentes", argumenta Garvan Walshe, antes de señalar irónicamente que "aquí nadie habla de tanques eléctricos". Además de la Defensa, la Comisión Europea propone que estos fondos se destinen también a la descarbonización, la vivienda, el agua y la energía.