Las autoridades aduaneras belgas destinarán un funcionario al centro nacional de seguridad del espacio aéreo para acceder a los radares militares y reprimir los aviones privados utilizados en operaciones de contrabando.
Las aduanas belgas empezarán a utilizar sistemas de radar militares para vigilar más de cerca los aviones privados en un intento de combatir el contrabando, según han anunciado las autoridades.
La medida llega cuando las autoridades reconocen que los contrabandistas se aprovechan de la escasa vigilancia de los pequeños aeropuertos y helipuertos de todo el país. Los aviones privados se utilizan a menudo para transportar drogas, armas, dinero en efectivo y mercancías ilícitas sin apenas control.
Bélgica cuenta con unos 150 aeródromos y helipuertos, muchos de los cuales permiten a los aviones privados aterrizar y despegar sin controles aduaneros formales. Las autoridades afirman que esta falta de vigilancia los ha convertido en un imán para las operaciones de tráfico.
"Hay miles y miles de vuelos en Bélgica. Las aduanas concentraban todos sus esfuerzos y controles en los seis aeropuertos más importantes, pero los otros 150 eran realmente un punto ciego para nosotros", afirma Kristian Vanderwaeren, administrador general de las Aduanas belgas.
Los aviones privados ofrecen otras ventajas a los delincuentes, como rutas flexibles, tiempos de respuesta rápidos en tierra y la posibilidad de desconectar los transpondedores -dispositivos que permiten rastrear las aeronaves-, lo que los hace invisibles a los sistemas de vigilancia habituales.
Para mejorar la vigilancia, un funcionario de aduanas se trasladará al centro nacional de seguridad del espacio aéreo belga. Desde allí, utilizarán los datos de radar proporcionados por el Ministerio de Defensa para identificar y marcar los vuelos sospechosos, incluso los que tengan los transpondedores desactivados. "Esto nos permitirá enviar un equipo, una brigada, a un aeropuerto en el que hasta ahora no habíamos realizado ningún control", explica Vanderwaeren.
El año pasado, las autoridades sólo registraron en Bélgica una treintena de delitos relacionados con el contrabando en aviones privados. Pero con la intensificación de la vigilancia, las autoridades esperan que aumenten las detecciones.