El primer ministro español empleó una postura más ofensiva en un cambio drástico con respecto a la semana pasada.
Este miércoles se celebró la primera sesión parlamentaria en España desde que un alto colaborador del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se viera implicado en un escándalo de corrupción. La sesión se convirtió rápidamente en un caos en el que varios legisladores pidieron a Sánchez que dimitiera a medida que aumentaba la presión política contra él.
Los legisladores del Partido Popular (PP) golpearon sus escaños y gritaron "¡Dimisión, dimisión!". La escena fue orquestada por Santiago Abascal, líder del partido ultraderechista Vox, que abandonó el hemiciclo sin escuchar a Sánchez y mirándole con desprecio a su paso. "Usted es un indecente. Y de eso no tienen ninguna duda ni siquiera sus partidarios. Toda España lo sabe. Usted es un corrupto y un traidor", dijo Abascal antes de abandonar el hemiciclo.
El jefe del Ejecutivo español optó por desplegar una táctica ofensiva al referirse a casos de corrupción vinculados con otros partidos. Sánchez habló del caso Gürtel, que implica a cientos de cargos del PP, algunos de los cuales dimitieron posteriormente, en casos de corrupción, como cohecho, blanqueo de capitales y evasión fiscal.
El grupo parlamentario del PP estalló y la situación se volvió rápidamente caótica, con la presidenta del Parlamento, Francina Armengol, luchando por controlar la sesión. "Usted es un presidente profundamente atrapado en una trama de corrupción. Por mucho que lo disimule, usted no es la víctima. Las víctimas son los españoles", dijo Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP.
"Usted vino a decir que no convocaría elecciones porque las perdería. Usted no tiene que salvar a los españoles de sí mismos; los españoles tienen que salvarse de usted, y esperan su carta de dimisión", añadió. Sánchez dijo entonces que lo único que va a abordar son los casos de corrupción del PP, que se juzgarán en los próximos meses.
Sánchez ha cambiado completamente de tono, pasando de las disculpas de la semana pasada a una ofensiva coordinada contra la oposición del PP y Vox. El líder español considera que carecen de legitimidad para hablar de corrupción dados sus graves casos de chanchullos.
La diferencia, como señala Sánchez, es que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) actúa en cuanto hay indicios, mientras que el PP y Vox encubren la corrupción. Sánchez intentó desviar la sesión del caso de corrupción del PSOE, pero fue en vano.
Los últimos días han sido muy tensos desde que la Policía española hizo públicas la semana pasada unas grabaciones de audio. Las grabaciones confirmaban que el tercer alto cargo del PSOE, Santos Cerdán, que ha dimitido, estaba implicado en una trama ilegal en la que recibía comisiones ilegales a cambio de la adjudicación de contratos de obras públicas. Cerdán ha negado haber cometido delito alguno.