El mismo día, las Fuerzas Armadas de Ucrania informaron de que en las últimas 24 horas se habían producido más de 170 combates en la línea del frente.
Mientras Rusia intensifica sus ataques, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que Kiev está desarrollando drones interceptores con la ayuda de sus aliados internacionales.
Según las Fuerzas Armadas de Ucrania, Moscú lanzó 280 drones y misiles contra Ucrania durante la noche, 260 de los cuales fueron derribados o neutralizados. Añadieron que la ciudad de Kremenchuk, en la región de Poltava, fue el principal objetivo del ataque aéreo.
El jefe en funciones de la administración militar regional de Poltava, Volodímir Kohut, informó de que los impactos directos y la caída de escombros alcanzaron infraestructuras energéticas, dañando tanto viviendas particulares como edificios de apartamentos, con ventanas destrozadas, marcos destruidos y varios coches dañados.
Kohut dijo que una persona resultó herida moderada en el ataque. Los equipos de rescate trabajan actualmente para hacer frente a las secuelas del bombardeo. Añadió que la región se enfrentaba a un ataque masivo y coordinado, pero que las fuerzas de defensa antiaérea pudieron destruir la mayor parte de la munición entrante.
Iryna Nosova, testigo y víctima del ataque, declaró: "Anoche tuvimos una pesadilla, nunca habíamos visto nada igual. Es como si nos mataran y ya está. Es una especie de asesinato de nuestro pueblo ucraniano, no sé cómo llamarlo". Y añadió: "Creo que ni siquiera son terroristas, son asesinos los que hacen esto. Es de noche, hay niños. Nos han roto las ventanas, hay muchos cristales tirados en la calle. Es increíble, es horrible".
En Jersón, una mujer resultó herida durante el bombardeo, mientras el distrito central de la ciudad sufría daños en edificios de apartamentos. Las autoridades locales informaron de ventanas rotas y daños en balcones, tejados y fachadas tras el ataque.
El ataque se produce en medio de intensos combates entre las fuerzas ucranianas y rusas. El viernes, ambas partes afirmaron haber atacado objetivos militares clave en el territorio de la otra. El Ministerio de Defensa ruso declaró que interceptó y derribó bombas aéreas ucranianas, cohetes y más de 1.000 drones.