El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, se reunió el lunes con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el campo de golf del líder estadounidense en Escocia, donde discutieron la "situación desesperada" en Gaza y el fin de la guerra en Ucrania.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, se reunieron el lunes, un día después de que se anunciara un nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y la UE. Ambos se reunieron en una finca de golf propiedad de la familia del presidente estadounidense en el suroeste de Escocia. A continuación viajarán a Aberdeen, donde hay otro campo de golf de Trump y un tercero que se inaugurará en breve.
Las conversaciones entre los dos jefes de Estado versaron sobre los aranceles estadounidenses, la guerra total de Rusia en Ucrania y la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, entre otros temas. Según la oficina de Starmer, se abordaron los pasos diplomáticos necesarios para sentar al presidente ruso Vladimir Putin a la mesa de negociaciones. Trump dijo que pensaba rebajar el plazo de ultimatum de 50 días que había dado a Rusia a una docena de días. Al parecer, Londres también espera una mayor implicación de Estados Unidos en las conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza.
Los manifestantes planearon una protesta cerca del actual campo de golf de Trump, tras haber salido previamente a la calle el sábado para censurar la visita del presidente estadounidense. Las conversaciones se producen después de que Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunieran el domingo en su campo de Turnberry y anunciaran un nuevo marco comercial, aunque quedan pendientes muchos detalles importantes.
El nuevo acuerdo comercial entre EE.UU. y la UE supondrá un arancel general del 15% para la mayoría de los productos de la UE importados a EE.UU. y entrará en vigor el viernes. De este modo, la UE evitará los aranceles del 30% con los que Trump había amenazado anteriormente.
En una cumbre anterior del G7 celebrada en Canadá, Starmer y Trump firmaron un acuerdo comercial por el que se suprimían los aranceles estadounidenses a las exportaciones aeroespaciales británicas y se reducían del 25% al 10% los derechos sobre productos relacionados con la automoción, al tiempo que aumentaba la cantidad de carne de vacuno estadounidense que se comprometía a importar.
Estados Unidos registró un superávit comercial de 11.400 millones de dólares (9.835.301 millones de euros) con el Reino Unido el año pasado, lo que significa que exportó más de lo que importó. Las cifras de la Oficina del Censo de EE.UU. de este año indican que el superávit podría aumentar. Trump volverá al Reino Unido en septiembre, en una segunda visita de Estado sin precedentes. Trump será recibido entonces por el Rey Carlos III y la Reina Camilla en el Castillo de Windsor.