Ursula von der Leyen se reunió con Donald Trump en Escocia para llevar a buen puerto las negociaciones comerciales.
La Unión Europea y Estados Unidos han alcanzado un acuerdo comercial provisional para evitar una potencialmente devastadora guerra de aranceles entre dos de las mayores economías del mundo, culminando una carrera contrarreloj antes de la fecha límite autoimpuesta del 1 de agosto.
Según los términos acordados, finalizados el domingo por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, durante una reunión en Escocia, la mayoría de las exportaciones de la UE destinadas al mercado estadounidense estarán sujetas a un arancel del 15%.
El arancel aplicable a las exportaciones estadounidenses destinadas al mercado europeo no se aclaró de inmediato. El pacto es preliminar y aún debe desarrollarse más a fondo. "Creo que es estupendo que hayamos llegado a un acuerdo hoy en lugar de jugar a los juegos de siempre", dijo Trump al final de la reunión.
"Creo que es el mayor acuerdo jamás alcanzado", añadió Trump. Por su parte, Von der Leyen calificó el pacto de "un gran, gran acuerdo". "Aportará estabilidad y previsibilidad. Eso es muy importante para las empresas a ambos lados del Atlántico", añadió. Von der Leyen señaló que el arancel del 15% será "generalizado" e "inclusivo", bloqueando la aplicación de otros gravámenes.
"Fueron negociaciones difíciles, pero llegamos a una buena conclusión", afirmó, destacando la "apertura" del mercado europeo, que Trump había cuestionado enérgicamente. Ambos líderes se estrecharon la mano entre los aplausos de los presentes.
El mayor de todos los acuerdos, según Trump
"Pudimos alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes, así que es un acuerdo muy sólido. Es el mayor de todos los acuerdos", insistió Trump. El tipo del 15% es inferior al 20% que Trump impuso, y luego pausó, en abril como parte de sus polémicos "aranceles recíprocos", así como al 30% que amenazó con aplicar en una carta enviada a Von der Leyen a principios de este mes.
El 15% también es más bajo que los aranceles que otros países han negociado recientemente con la Casa Blanca, incluidos Indonesia (19%) y Filipinas (19%), y coincide con el porcentaje otorgado a Japón (15%), un aliado del G7. Aun así, representa una concesión dolorosa, considerando que las negociaciones comenzaron con Von der Leyen ofreciendo un acuerdo de cero aranceles.
Durante el tira y afloja, Von der Leyen advirtió repetidamente que "todas las opciones", incluido un mecanismo nunca usado contra la coerción económica, estaban sobre la mesa en caso de un desenlace no deseado. A medida que aumentaban las tensiones, la Comisión Europea preparó varias listas de medidas de represalia contra productos estadounidenses por un valor total de 93.000 millones de euros.
Bruselas nunca recurrió a estas medidas espejo debido a las marcadas diferencias entre los Estados miembros. Algunos países, como Francia y España, defendían una postura firme contra Washington, mientras que otros, como Alemania e Italia, presionaban por un acuerdo rápido. La brecha ideológica se cerró después de la sorpresiva amenaza del 30% de Trump, que provocó indignación en todo el bloque y endureció la postura hacia la represalia.
¿El fin del conflicto?
Antes de que la llegada de Trump alterara el comercio transatlántico, los productos europeos estaban sujetos a un arancel promedio del 4,8% al ingresar a EE.UU. El pacto alcanzado el domingo presumiblemente implica un incremento adicional del 10% hasta alcanzar el 15%. Los automóviles europeos, que actualmente enfrentan un arancel del 27,5%, pasarán al nuevo tipo del 15%.
Un esquema de cero aranceles mutuos se aplicará a aeronaves y sus componentes, equipos de semiconductores, materias primas críticas y algunos productos químicos y agrícolas. "Seguiremos trabajando para añadir más productos a esta lista", afirmó Von der Leyen.
Además, explicó que el bloque se compromete a gastar más de 250.000 millones de dólares (213.000 millones de euros) al año en la compra de gas natural licuado (GNL), petróleo y combustibles nucleares estadounidenses para reemplazar la energía rusa. La promesa total rondará los 700.000 millones de dólares (597.000 millones de euros) al final del mandato de Trump.
Cuando se le preguntó qué concesiones había hecho Estados Unidos en las negociaciones, si es que hubo alguna, la presidenta de la Comisión respondió con una observación general sobre la prosperidad compartida. "El punto de partida era un desequilibrio: un superávit de bienes de nuestro lado y un déficit del lado estadounidense. Queríamos reequilibrar la relación comercial, y queríamos hacerlo de manera que el comercio entre ambos continúe a través del Atlántico", dijo.
"Creo que será beneficioso para ambas partes", agregó Trump. La reunión del domingo en Escocia tuvo lugar bajo altísimas expectativas, debido a la fecha límite del 1 de agosto impuesta por Trump para forzar concesiones significativas o enfrentar aranceles punitivos.
Von der Leyen estuvo acompañada por Maros Sefcovic, comisario europeo de Comercio, quien ha estado viajando entre ambos lados del Atlántico para comprender mejor las demandas maximalistas de la Casa Blanca. También la acompañaron su poderoso jefe de gabinete, Björn Seibert; su asesor comercial, Tomas Baert, y la directora general de Comercio de la Comisión, Sabine Weyand.
En la última etapa de las negociaciones, el equipo de Von der Leyen se dio cuenta de que el 15% era el mínimo que Trump estaba dispuesto a aceptar. Aunque alto para el bloque, el porcentaje fue considerado asumible si iba acompañado de excepciones para sectores estratégicos.
Una de las principales preocupaciones fue la industria farmacéutica, cuyas exportaciones europeas a EE.UU. son significativas. La Casa Blanca ha abierto una investigación formal sobre productos farmacéuticos, un paso que podría allanar el camino para aranceles a medida. Al inicio de la reunión, Trump dijo que los fármacos quedarían fuera del acuerdo.
"Tenemos que fabricarlos en Estados Unidos, y queremos que se produzcan en Estados Unidos", dijo Trump a la prensa. "Los productos farmacéuticos son muy especiales. No podemos estar en una posición en la que dependamos de otros países".
Al final del encuentro, Von der Leyen dijo que los medicamentos europeos sí estarán sujetos al arancel del 15%, aunque admitió que Trump podría tomar más medidas para abordar la cuestión "a nivel global".
"El 15% es ciertamente un desafío para algunos, pero no debemos olvidar que nos permite mantener el acceso al mercado estadounidense", admitió, señalando que el bloque continuará diversificando sus socios comerciales para ampliar las oportunidades de exportación e inversión.
La historia podría tener pronto un nuevo giro: la próxima semana, un tribunal federal de apelaciones en EE.UU. comenzará a escuchar los argumentos de una demanda muy seguida que impugna la autoridad de Trump para imponer aranceles generalizados bajo el pretexto de una emergencia nacional.