El fracaso en la eliminación progresiva de los combustibles fósiles muestra a una Unión Europea cada vez más aislada en un mundo progresivamente multipolar.
La cumbre climática de la ONU COP30 celebrada en la ciudad brasileña de Belém ha concluido con un texto final que evita cualquier hoja de ruta para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, lo que ha suscitado críticas ante la poca ambición del resultado.
La retirada de Estados Unidos de las negociaciones internacionales sobre el clima ha creado un vacío político y financiero. Los países que asistieron a la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático (y cuyas economías dependen en gran medida de la producción de combustibles fósiles, como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) se opusieron abiertamente a cualquier objetivo u hoja de ruta para eliminar gradualmente los combustibles fósiles.
Un día antes del final de la cumbre, la UE amenazó con no respaldar el texto final, que debía ser aprobado por consenso por casi 200 naciones, pero finalmente tuvo que ceder. A pesar del resultado de la conferencia, los 27 mantuvieron su compromiso de reducir la contaminación atmosférica y el calentamiento global manteniendo el límite de 1,5 ºC y abandonando los combustibles fósiles, y prometieron seguir trabajando en casa y financiar proyectos limpios en el extranjero.
"No es perfecto, pero es un gran paso en la dirección correcta. La UE se mantuvo unida, luchando por la ambición en la acción por el clima", ha declarado el domisario europeo de Acción por el Clima, Wopke Hoekstra.
La UE necesita forjar más coaliciones
El eurodiputado neerlandés Mohammed Chahim (S&D) ha afirmado que el presidente de Brasil, Lula da Silva, puso el listón muy alto y que la UE llegó a la COP con la intención de liderar una coalición de países con postulados similares. Sin embargo, la actual fragmentación del orden internacional ha dificultado el éxito, asegura el político.
"La resistencia de los Estados petroleros -entre otros- fue demasiado grande, y los equilibrios geopolíticos han cambiado claramente. Junto con Reino Unido, la UE ha tenido que remar contracorriente para salvar alguna ambición", ha dicho Chahim, refiriéndose también a un frente BRICS que se ha opuesto a actuar con decisión en la eliminación de los combustibles fósiles.
Los BRICS -acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- conforman una organización de 10 miembros de economías emergentes liderada por Moscú, a modo de contrapeso de las instituciones globales dominadas por Occidente.
Darragh O'Brien, ministro irlandés de Clima, Medio Ambiente y Energía, ha declarado que apoyar el texto final "no es una decisión tomada a la ligera". O'Brien ha lamentado así mismo la inexistencia de una hoja de ruta creíble para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, un paso que más de 80 países, entre ellos Irlanda, pidieron durante la COP30.
El exvicepresidente de EE.UU., Al Gore, lamentó en X que la feroz oposición de los petroestados haya bloqueado el desarrollo de una hoja de ruta para abandonar los combustibles fósiles. "A pesar del intento de los petroestados de vetar el desarrollo de una hoja de ruta para abandonar los combustibles fósiles, la presidencia brasileña de la COP30 liderará un esfuerzo para desarrollar esta hoja de ruta, reforzada por los más de 80 países que ya apoyan este esfuerzo", añadió Gore.
Ignorar la ciencia y la ley
Varios investigadores del clima y ecologistas han expresado ecos similares. Nikki Reisch, directora del programa de clima y energía del Centro de Derecho Ambiental Internacional, afirma que el resultado de la COP supone un "acuerdo vacío" que ignora los repetidos llamamientos de la ciencia y el derecho internacional para acordar un plan de transición que entierre los combustibles fósiles y "haga pagar a los contaminadores".
"Mientras los países responsables de llevar al planeta al borde del abismo señalan con el dedo, se atrincheran y aprietan el cinturón, el mundo arde. Por mucho que los grandes contaminadores traten de eludir su responsabilidad o de ocultar los datos científicos, eso no les sitúa por encima de la ley", critica Resich.
Doug Weir, director del Observatorio de Conflictos y Medio Ambiente, califica el texto final de "fracaso moral" para las comunidades que ya se enfrentan a los peores efectos del cambio climático. "No estamos más avanzados de lo que estábamos en Dubai hace dos años y nos enfrentamos a una montaña aún más dura de escalar", afirmó Weir.
Si se hubieran cumplido los compromisos acordados en la COP28 de Dubái, la tasa del calentamiento global podría haberse reducido en un tercio en diez años y a la mitad en 2040, según un informe del grupo de expertos medioambientales Climate Analytics. Este evalúa escenarios en los que todos los gobiernos consiguen triplicar las energías renovables, duplicar la eficiencia energética y actuar sobre el metano para 2030.
"En ese mundo, el calentamiento podría mantenerse por debajo de los 2 °C este siglo, en lugar de los 2,6 °C que obtendremos con las políticas actuales", afirma Bill Hare, director general de Climate Analytics.
Los líderes mundiales se reunieron durante dos semanas en la ciudad amazónica de Belém para hacer balance de los esfuerzos globales para evitar que la temperatura global suba por encima de 1,5°C, 10 años después de que el Acuerdo de París exgiese al mundo a tomar medidas efectivas contra el calentamiento global. Las próximas COP tendrán lugar en Australia y Turquía.