La cumbre climática en Brasil ha llegado a un principio de acuerdo de mínimos en el que los países más ricos apoyarán económica a los más pobres afectados por el cambio climático. En este tercer borrador se ha eliminado la parte de la hoja de ruta por la reducción de combustibles fósiles.
Los países reunidos en la COP30 ha aprobado en última instancia el sábado 22 de noviembre por consenso un documento final que hace un llamamiento a aumentar la ambición de las acciones para enfrentar el calentamiento global. Sin embargo, no menciona en ningún momento una hoja de ruta para dejar de utilizar combustibles fósiles.
El presidente de la cumbre, el brasileño André Corrêa do Lago, ha comentado impulsará dos hojas de ruta, una que sí que toque el tema eliminado para abandonar los hidrocarburos de forma gradual y la otra para combatir la deforestación.
La vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha confirmado que es un acuerdo muy laxo, ha sido muy crítica: "no es todo lo ambicioso que debería ser" y que dicho borrador ha buscado agradar a todos, y no poner soluciones a problemas reales.