Francia quiere retrasar la votación del acuerdo entre los Estados miembros ante el creciente enfado de los agricultores. Pero el ejecutivo de la UE afirma que el cambiante panorama geoeconómico mundial hace urgente el acuerdo.
La Comisión Europea dijo el lunes que espera firmar el acuerdo con Mercosur a finales de año, aumentando la presión sobre París para que levante su oposición esta semana. La decisión se produce mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, se enfrenta a un enfado colosal de los agricultores por el acuerdo.
Mientras tanto, los partidarios se han impacientado tras 25 años de negociaciones entre los países del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- y la Comisión.
"En opinión de la Comisión, firmar el acuerdo ahora es una cuestión de crucial importancia económica, diplomática y geopolítica, pero también en términos de nuestra credibilidad en la escena mundial", declaró a la prensa el portavoz adjunto de la Comisión, Olof Gill.
Francia pide que la decisión se retrase hasta diciembre
Francia se opuso en un comunicado publicado el domingo por la oficina del primer ministro Sébastien Lecornu, en el que pedía que se retrasaran los plazos hasta diciembre. "Aunque está prevista una cumbre del Mercosur para el 20 de diciembre, está claro que (...) no se dan las condiciones para que el Consejo de la UE vote sobre la autorización de la firma del acuerdo", rezaba la nota.
El actual acuerdo, firmado en 2024, liberalizaría el comercio entre la UE y los países de Mercosur. Sin embargo, los agricultores franceses sostienen que les expondría a la competencia desleal de las importaciones procedentes de América Latina.
Francia lidera la oposición en el Consejo Europeo y exige salvaguardias estrictas para suspender las reducciones arancelarias si las importaciones perturban los mercados de la UE, las llamadas "cláusulas de reciprocidad" que alinean las normas medioambientales y agrícolas de Mercosur con las de la UE, y controles sanitarios y fitosanitarios más estrictos por parte de la UE.
La Comisión propone un control más estricto del mercado
"Desde la conclusión de las conversaciones políticas el año pasado por estas fechas, la Comisión ha escuchado atentamente a los agricultores europeos, los consumidores, los Estados miembros y los eurodiputados, y ha actuado con decisión respondiendo a todas las preocupaciones y peticiones con medidas de acompañamiento eficaces", declaró Gill.
Los legisladores de la UE votarán el martes la cláusula de salvaguardia propuesta por la Comisión, a la que algunos eurodiputados añadirán enmiendas sobre reciprocidad. Los Estados miembros ya han respaldado la salvaguardia, aunque sin garantías de reciprocidad. Se espera que las conversaciones entre el Parlamento Europeo y los gobiernos no se hagan esperar.
"La reciprocidad también es un problema para los agricultores alemanes. Pero como Alemania apoya el acuerdo porque ve en él fuertes intereses ofensivos, Berlín no correrá el riesgo de echar por tierra el acuerdo por la cuestión de la reciprocidad", declaró a 'Euronews' un funcionario parlamentario.
Si los legisladores evitan imponer normas de producción de la UE a las importaciones de Mercosur, la salvaguardia podría acelerarse. Los partidarios, encabezados por Alemania y España, afirman que el acuerdo es vital, ya que la UE pierde terreno en el mercado estadounidense y China amplía su influencia en América Latina.
La mayoría cualificada sigue siendo incierta. Polonia y Hungría se han unido a Francia en su oposición al pacto, mientras que Bélgica y Austria tienen previsto abstenerse. Los Países Bajos e Irlanda aún no se han pronunciado, y la posición de Italia sobre la votación no está clara.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ya afectado por la inestabilidad política interna, se enfrenta ahora a la ira de los agricultores por la gestión de su Gobierno de la dermatosis nodular contagiosa, un virus altamente contagioso que afecta al ganado. "Francia seguirá defendiendo firmemente sus intereses agrícolas", dijo la oficina de Lecornu el domingo.