La Abadía de Koningshoeven en los Países Bajos comenzó a elaborar cerveza en 1884 para autofinanciarse y hacer obras de caridad. Ahora tienen una gran producción y distintas variedades
Esta abadía de los Países Bajos comenzó a producir cerveza en 1884 para poder autofinanciarse y contribuir a causas caritativas. La fábrica de cerveza se ha industrializado totalmente. Produce unas diezmil botellas por hora y emplea a treinta personas. El prior de la abadía y director de la fábrica nos guía por las instalaciones.
"Estamos en la fábrica de cerveza de la Abadía de Koningshoeven en Tilburg, en el sur de los Países Bajos", comenta el padre prior Isaac, director de la fábrica de cerveza De Koningshoeven. "Tenemos cuatro marcas diferentes de cerveza. Estas son cervezas especiales, no podemos compararlas con las cervezas normales. Son cervezas trapenses. Solo hay doce fábricas en el mundo en las que se puede elaborar esta cerveza. Nuestras cervezas son un poco más fuertes que las normales. Un poco como las Pilsener. También tenemos una variedad que es elaborada de forma ecológica, una cerveza orgánica.
"En total producimos ocho variedades diferentes de cerveza. Y entre ellas hay cierto grado de especialización. Por ejemplo, a una de ellas la llamamos "Cuadrupel". Se sigue elaborando en barriles de madera, donde mantenemos la cerveza durante un año entero. No es que produzcamos la cerveza específicamente con este método. Sino que cogemos cerveza que ha sido fabricada por métodos estándares y la metemos en barriles de madera".
"Producimos unos cienmil hectolitros por año. Si lo multiplica por cien, obtiene un total de producción de más de diez millones de litros de cerveza".