LONDRES, 2 jun - El primer ministro británico, Boris Johnson, declaró el miércoles que sería prudente a la hora de levantar las restricciones por coronavirus, ya que aún no está claro hasta qué punto estaría protegida la población contra un nuevo aumento de los casos de COVID-19 en caso de que las restricciones se levanten por completo como está previsto en junio
Johnson ya había advertido que la rápida propagación de la variante B.1.617.2, identificada por primera vez en la India, podría hacer fracasar sus planes de poner fin a todas las medidas para contener la pandemia de COVID en Inglaterra el 21 de junio.
El miércoles dijo que no había nada en los datos actuales que sugiriera que esa fecha tendría que retrasarse, pero que tampoco podía comprometerse a una reapertura el 21 de junio.
"No veo nada en los datos actuales que signifique que no podamos seguir adelante con el cuarto paso, es decir, con la apertura el 21 de junio, pero tenemos que ser muy cautelosos", dijo a los periodistas.
"Lo que tenemos que averiguar es hasta qué punto el programa de vacunación nos ha protegido lo suficiente, sobre todo a los ancianos y a los más vulnerables, contra una nueva oleada, y ahí me temo que los datos siguen siendo ambiguos".
Johnson dijo que se esperaba un aumento reciente de los casos tras la última relajación de las restricciones, y añadió que había mantenido largas reuniones diarias para analizar los datos con los asesores científicos.
La perspectiva actual de los científicos es que necesitan más tiempo para que se acumulen datos sobre el impacto de la variante, ahora conocida como Delta, según Johnson.
La hoja de ruta para la reapertura de Inglaterra desde el confinamiento de los tres primeros meses del año incluía intervalos de 5 semanas entre cada etapa para poder evaluar el impacto de cada paso antes de dar el siguiente.
"Sé que la gente quiere una respuesta clara sobre el camino a seguir para el 21 de junio. Pero de momento tenemos que esperar un poco más", dijo Johnson.