Por Wayne Cole
SÍDNEY, 21 jun - El máximo responsable del banco central australiano señaló el martes que se avecinan muchos más endurecimientos de la política monetaria, ya que los tipos siguen siendo "muy bajos" y es importante que el aumento de la inflación no repercuta en las expectativas de la población ni en las reivindicaciones salariales.
Sin embargo, el gobernador del Banco de la Reserva de Australia (RBA), Philip Lowe, también restó importancia a la posibilidad de que los tipos se incrementen en 75 puntos básicos y discrepó con la proyección del mercado de que los tipos llegarán al 4% a finales de año.
Lowe advirtió que las presiones sobre los precios seguían aumentando tanto a nivel mundial como nacional y que la inflación alcanzaría el 7% a finales de año, frente a la previsión anterior del 6%.
Esto supondría el ritmo más alto en décadas y estaría muy por encima de la banda de objetivos a largo plazo del RBA, entre el 2% y el 3%.
"A medida que nos encaminamos hacia una inflación del 2 al 3%, los australianos deberían estar preparados para más subidas de los tipos de interés", advirtió Lowe en un discurso. "El nivel de los tipos de interés sigue siendo muy bajo para una economía con bajo desempleo y que está experimentando una alta inflación".
El tipo de interés oficial está actualmente en el 0,85%, tras haber sido elevado en 50 puntos básicos a principios de este mes, después de una primera subida de un cuarto de punto en mayo.
Las actas de la reunión de junio, publicadas el martes, mostraron que el consejo del banco central debatió el aumento del tipo de interés en 25 o 50 puntos básicos y eligió esta última opción porque la política monetaria debía "normalizarse" para evitar la inflación.
Desde entonces, la Reserva Federal de Estados Unidos ha subido el tipo de interés en 75 puntos básicos, lo que ha hecho que se especule con la posibilidad de que el RBA lo iguale.
"En este momento, la decisión que tomaremos es de 25 o 50 de nuevo en la próxima reunión", dijo Lowe al ser preguntado al respecto.
También señaló que igualar las apuestas del mercado de un 4% para finales de año requeriría el ciclo de endurecimiento más brusco de la historia moderna del RBA y afectaría gravemente al gasto de los consumidores.
"Creo que ralentizaría mucho la economía", dijo Lowe. "No creo que sea especialmente probable".
Los inversores respondieron descartando la posibilidad de una subida de 75 puntos básicos en julio y recortando las previsiones para finales de año, aunque los tipos siguen viéndose en el 3,5%.
Lowe hizo hincapié en que el Banco de la Reserva de Australia (RBA) observará cómo responde el gasto de los hogares al aumento de los costes de los préstamos, dado que los salarios reales están cayendo y los precios de la vivienda están disminuyendo desde sus máximos.
No obstante, dijo que era importante que las expectativas de inflación se mantuvieran ancladas en torno al 2-3% y que el aumento de los precios en la actualidad no se tradujera en expectativas de aumento de la inflación en el futuro.
"Los tipos de interés más altos tienen un papel que desempeñar aquí, ayudando a garantizar que el gasto crezca en línea con la capacidad de la economía para producir bienes y servicios", dijo Lowe.