PEKÍN, 20 dic - El Banco Mundial ha recortado sus perspectivas de crecimiento de China para este año y el próximo, ante el impacto de la brusca relajación de las estrictas medidas de contención del COVID-19 y la persistente debilidad del sector inmobiliario.
El banco con sede en Washington, en un informe publicado el martes, dijo que espera que la economía de China crezca un 2,7% en 2022, antes de recuperarse hasta el 4,3% en 2023, a medida que se reabre tras lo peor de la pandemia.
La expansión prevista por el banco para 2022 estaría muy por debajo del objetivo oficial, en torno al 5,5%.
En septiembre, el Banco Mundial pronosticó un crecimiento de China del 2,8% este año y del 4,5% el próximo.
"Las perspectivas de crecimiento de China están sujetas a riesgos significativos, derivados de la trayectoria incierta de la pandemia, de cómo evolucionen las políticas en respuesta a la situación del COVID-19 y de las respuestas de comportamiento de los hogares y las empresas", dijo el banco en su informe.
"Una tensión persistente en el sector inmobiliario podría tener repercusiones macroeconómicas y financieras más amplias".
China también se enfrenta a unas perspectivas de crecimiento mundial muy inciertas y a un aumento de la tensión geopolítica, señaló el banco.
La semana pasada, los dirigentes chinos se comprometieron a intensificar el ajuste de la política monetaria para apoyar la ralentización de la economía, a fin de amortiguar el impacto en las empresas y los consumidores de un aumento de las infecciones de COVID-19 en un momento en que el debilitamiento de la economía mundial está perjudicando a las exportaciones.