¿Qué pasa con los niños nacidos por subrogación en el extranjero cuando sus padres son de la UE, por ejemplo si son españoles? Lola López abogada Especialista en derecho de familia nos explica.
PUBLICIDADLa actriz y empresaria española Ana Obregón, de 68 años, se convirtió en madre por segunda vez mediante la gestación subrogada (o vientre de alquiler) de una niña. La noticia causó revuelo en las redes sociales en España por tratarse de una práctica que es ilegal en el país.
Sin embargo, Obregón realizó el procedimiento en Estados Unidos, donde sí está permitido en algunos estados. Aunque en la mayoría de los países de la UE está totalmente prohibido o no es reconocida la subrogación, no hay que ir muy lejos para realizar este servicio.
En la Unión Europea (UE) es posible acceder a la "maternidad subrogada" en Grecia. Allí está permitida para mujeres solteras que tengas problemas de fertilidad y parejas heterosexuales. No obtante, es ilegal la comercialización de la práctica y solo se acepta la variedad altruista. Asimismo, está prohibido que la gestante aporte sus óvulos.
En Portugal, los vientres de alquiler fue aprobada en 2021 por el Congreso, pero el reglamento de su utilización -a quién aplica y sus supuestos- aún no ha sido redactado, por lo que nadie ha podido utilizarla.
Fuera del bloque comunitario, hay otros países europeos que permiten la técnica pero cada uno con un número de restricciones que varía según el país. Rusia, por ejemplo, solo permite la gestación subrogada para parejas heterosexuales, la gestante debe ser mayor de 20 años, haber tenido un hijo propio y no puede compartir vínculo genético con el bebé. Además, debe someterse a un examen físico y emocional. Limitaciones similares tienen Ucrania y Georgia. El primero era uno de los destinos preferidos de los europeos para llevar a cabo la gestación subrogada, antes de verse inmersa en la guerra contra Rusia.
Y por último el Reino Unido, donde solo la motivación altruista está permitida, tanto para las parejas heterosexuales como las homosexuales, aunque están excluidas las personas solteras.
Un requerimiento legal es que, tras el parto, los padres intencionados tienen seis meses para solicitar la paternidad, o el bebé pasaría a ser el hijo legal de la gestante.
Otra condición especial que exige el Gobierno británico es que al menos uno de los dos miembros de la pareja debe residir en el país para poder realizar el proceso. Debido a ello, es un destino poco utilizado por los extranjeros.