El organismo sanitario global emitió sus primeras directrices sobre el uso de los fármacos para adelgazar de gran éxito comercial.
Los fármacos adelgazantes de gran éxito pueden utilizarse para tratar la obesidad, junto con ejercicio, dieta y asesoramiento, afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su primera guía sobre estos medicamentos publicada el lunes.
Las recomendaciones llegan mientras responsables de salud y médicos debaten cómo abordar mejor los medicamentos contra la obesidad y la diabetes, como Wegovy y Mounjaro, cuya popularidad se ha disparado en los últimos años.
Forman parte de una clase de fármacos conocida como agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo uno (GLP-1), que ayudan a perder peso al imitar una hormona que reduce el apetito.
Las personas a menudo recuperan peso cuando dejan de tomar estos medicamentos, lo que suscita dudas sobre si deberán tomarse de por vida y cómo apoyar mejor a quienes los usan.
La guía de la OMS se aplica a fármacos GLP-1 como tirzepatida (Mounjaro y Zepbound), semaglutida (Ozempic, Wegovy y Rybelsus) y liraglutida (Saxenda).
La agencia señaló que sus recomendaciones son "condicionales" porque las pruebas muestran que los fármacos adelgazantes pueden tratar de forma eficaz la obesidad y las alteraciones metabólicas, pero los datos sobre su impacto a largo plazo, los costes, los efectos en los sistemas de salud y otros factores son limitados.
Especialistas en salud cardiovascular celebraron las recomendaciones, publicadas en la revista médica 'JAMA'.
"Un punto fuerte de la guía es el énfasis en combinar la medicación con apoyo conductual y en la necesidad de un acceso equitativo, en lugar de presentar los fármacos como una solución aislada", dijo Marie Spreckley, nutricionista e investigadora en obesidad de la Universidad de Cambridge, en un comunicado.
"Reconoce claramente la obesidad como una enfermedad crónica, progresiva y con recaídas que requiere un abordaje integrado y a largo plazo, y no un tratamiento de corta duración", añadió.
Más de 890 millones de adultos en el mundo padecen obesidad, según la OMS. La obesidad o el sobrepeso pueden tener graves consecuencias para la salud y causan unas 3,7 millones de muertes anuales por enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, problemas digestivos, enfermedades respiratorias crónicas y trastornos neurológicos.
La guía de la OMS sostiene que los tratamientos contra la obesidad deben combinar medicación y apoyo conductual para ayudar a llevar estilos de vida más saludables y hacer ejercicio de forma regular, y que estos pacientes deben recibir seguimiento a largo plazo.
"El documento hace hincapié en que cualquier estrategia para frenar la epidemia global de obesidad exigirá esfuerzos coordinados de salud pública que examinen los sistemas alimentarios y el entorno de actividad física, además de mejorar el acceso al tratamiento", dijo en un comunicado el doctor John Wilding, profesor de medicina en la Universidad de Liverpool.
La OMS indicó que la próxima versión de sus recomendaciones se centrará en aumentar el acceso a los fármacos GLP-1 a medida que estén más disponibles.
"Espero que esto ayude a que los estados miembros de la OMS se planteen cómo mejorar el acceso a una atención integral de la obesidad, es un primer paso positivo", afirmó Wilding.