Un reciente estudio sugiere que los fármacos para adelgazar, como Ozempic y Wegovy, actúan de manera independiente frente a los riesgos para la salud cardiaca.
Los fármacos contra la obesidad parecen contribuir a mejorar la salud cardiaca de las personas, independientemente del peso que pierdan al tomarlos, según un nuevo estudio. Los pacientes que tomaron el fármaco en un ensayo clínico sufrieron un número significativamente menor de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Estos beneficios fueron similares en las personas con un sobrepeso mínimo y en las más obesas. También se mantuvieron independientemente de la cantidad de peso perdido. "Estos resultados replantean lo que pensamos que hace esta medicación", afirmó en un comunicado John Deanfield, uno de los autores del estudio y catedrático de cardiología del University College de Londres.
"Se etiqueta como un fármaco para perder peso, pero sus beneficios para el corazón no están directamente relacionados con la cantidad de peso perdido", añadió. El estudio se publicó en la revista médica 'The Lancet', tras un análisis preliminar realizado el año pasado.
El estudio fue financiado por el gigante farmacéutico danés Novo Nordisk, fabricante del popular medicamento para adelgazar Ozempic, recetado para la diabetes de tipo 2, y Wegovy, para la obesidad o problemas de salud relacionados con el peso.
El estudio incluyó datos de más de 17.600 personas mayores de 45 años, con sobrepeso y cardiopatías, pero no diabéticas. Se les asignó aleatoriamente a recibir inyecciones semanales de semaglutida o un placebo. Según el estudio, los pacientes que recibieron el fármaco experimentaron una reducción del 20% de los infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y otros episodios cardiacos graves.
Se observó, además, una relación entre la salud cardiaca y la reducción del perímetro de la cintura, lo que supuso alrededor de un tercio de los beneficios para la salud cardiaca al cabo de dos años. Según Deanfield, no es sorprendente, ya que la grasa abdominal es "más peligrosa para la salud cardiovascular que el peso general".
Pero, en general, los beneficios no guardaron relación alguna con el peso perdido en los primeros 4,5 meses de toma del fármaco. "No es necesario perder mucho peso ni tener un IMC [índice de masa corporal] elevado para obtener beneficios cardiovasculares", afirmó Deanfield.
Los investigadores señalaron que los fármacos GLP-1 pueden frenar los riesgos para la salud cardiaca al reducir la inflamación, mejorar el control de la presión arterial, disminuir el colesterol y otros niveles de grasa en sangre, y favorecer la salud de los vasos sanguíneos. Deanfield afirmó que los resultados respaldan los esfuerzos por ampliar el acceso a la semaglutida, en lugar de restringirlo a los pacientes más obesos y durante periodos limitados.
Sin embargo, también advirtió que "las investigaciones sobre los efectos secundarios adquieren especial importancia dada la amplia gama de personas a las que este medicamento y otros similares podrían ayudar". Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran diversas molestias gastrointestinales, como náuseas, diarrea y vómitos.