Alrededor de 1 de cada 8 personas del estudio global dormía lo suficiente y hacía ejercicio. Casi el 17% de los participantes dormía una media de menos de siete horas y daba menos de 5.000 pasos al día.
Un nuevo estudio mundial sugiere que centrarse en el sueño puede ser más beneficioso que el ejercicio para la salud en general, ya que la mayoría de la gente tiene dificultades para cumplir los niveles recomendados tanto de descanso como de actividad física.
El estudio, publicado en la revista Communications Medicine, ha revelado que la mayoría de las personas no alcanzan los niveles recomendados de siete a nueve horas de sueño y al menos 8.000 pasos diarios. Alrededor del 13% de los encuestados cumplía sistemáticamente ambos objetivos.
"Sólo una ínfima parte de la población puede alcanzar a diario los niveles recomendados de sueño y actividad, por lo que debemos reflexionar sobre el funcionamiento conjunto de estas directrices y qué podemos hacer para ayudar a la gente a cumplirlas de forma que se adapten a la vida real", afirmó Josh Fitton, autor principal del estudio e investigador de la salud del sueño en la Universidad Flinders de Australia.
Fitton añadió en un comunicado que los resultados plantean dudas sobre las recomendaciones sanitarias habituales, y subrayan lo difícil que es para muchas personas mantener un estilo de vida activo y unos patrones de sueño saludables.
En el estudio se analizaron datos de más de 70.000 participantes de todo el mundo recogidos a lo largo de 3,5 años mediante rastreadores de sueño y actividad. Demostró que, aunque muchas personas duermen lo suficiente o llevan una vida activa, pocas consiguen hacer ambas cosas.
Casi el 17% de los participantes dormía una media de menos de siete horas y daba menos de 5.000 pasos al día, lo que los situaba en la categoría de "sedentarios", vinculada a un mayor riesgo de enfermedades crónicas, aumento de peso y problemas de salud mental. El estudio tiene algunas limitaciones, como su dependencia de los datos de los dispositivos de seguimiento personal, más utilizados en los países más ricos.
La clave para ser más activo, según los investigadores, reside en descansar lo suficiente. Dormir entre seis y siete horas por la noche se asoció con el mayor número de pasos al día siguiente. Los investigadores señalan que, si se dispone de poco tiempo, se puede considerar la posibilidad de dormir antes de hacer ejercicio.
"Dar prioridad al sueño podría ser la forma más eficaz de aumentar la energía, la motivación y la capacidad de movimiento", afirma Danny Eckert, autor principal del estudio y profesor de la Universidad Flinders. "Cambios sencillos como reducir el tiempo de pantalla antes de acostarse, mantener una hora de acostarse constante y crear un entorno tranquilo para dormir pueden marcar una gran diferencia", añadió.