El pasado sábado tuvo lugar una manifestación de partidos de la extrema derecha por la "islamización de Europa" y por otro lado el grupo SOS Racism organizó una manifestación contra el racismo y los prejuicios anti-islámicos.
Día de manifestaciones en la capital de Portugal, Lisboa, el pasado sábado. Por un lado grupos de extrema derecha organizaron una marcha ilegal (no permitida por el ayuntamiento de Lisboa) por el barrio de Martim Moniz, uno de los más multiculturales de la ciudad.
Varios cientos de personas apoyaron la marcha que tenía como objetivo mostrar públicamente rechazo por la "islamización de Europa".
Los organizadores de esta marcha apelaron a la justicia la decisión del ayuntamiento de no permitir la marcha esgrimiendo la "protección de derechos, libertades y garantías". Lo consideraban una violación contra el derecho de la libertad de expresión.
Por otro lado, el grupo SOS Racismo contraprogramó otra marcha a modo de respuesta de aquella manifestación ilegal, ahora, en contra del racismo.
El grupo quiso, de esta manera, demostrar que los juegos de intimidación de la extrema derecha no afectan a aquellos sentimientos fascistas que luchan contra el racismo en el país.
Ambas marchas tuvieron el apoyo de cientos de manifestantes que ofrecían su simpatía por sendas causas y se llevaron a cabo sin disturbios ni necesidad de intervención policial.