La operación se dirigió contra el grupo criminal conocido como el Tercer Comando Puro y un traficante apodado 'el Coronel', acusado del asesinato de una mujer en agosto, según informó la Policía.
Seis hombres que mantenían como rehenes a un pastor y a un niño fueron abatidos tras resistirse a los agentes, mientras que otros dos sospechosos fueron abatidos en otros lugares. Dos más fueron detenidos cuando intentaban apoderarse de un autobús para usarlo como barricada.
El tiroteo paralizó partes de Río, interrumpiendo autobuses y trenes, cerrando escuelas y obligando a los niños de una guardería a tumbarse en el suelo mientras estallaba el fuego cruzado cerca.