La líder de la oposición bielorrusa en el exilio afirma que un "mal acuerdo rápido para Ucrania" pondría en peligro toda la arquitectura de seguridad de Europa más allá de las fronteras de Kiev, en una entrevista concedida al programa matinal Europe Today de 'Euronews'.
Los dictadores están poniendo a prueba las fronteras de Europa y deben enfrentarse a las fuerzas democráticas de toda la Unión Europea, declaró la líder exiliada de la oposición bielorrusa Sviatlana Tsikhanouskaya en una entrevista concedida al programa matinal insignia de 'Euronews' Europe Today.
Desde Moscú a Minsk, los líderes autoritarios suponen una amenaza para la arquitectura de seguridad europea y deben ser enfrentados con resistencia, advirtió, añadiendo que Ucrania es el principal escenario del conflicto global, pero podría ir más allá si el país acaba con un mal acuerdo.
"Para nosotros, esto va mucho más allá de Ucrania. Se trata de la arquitectura de seguridad europea y de toda la región", afirmó. "Todos queremos la paz y entiendo que Trump quiera un acuerdo, pero mucho dependerá de la posición de Europa y de lo unidos que podamos estar".
La líder de la oposición bielorrusa también advirtió de que un mal acuerdo en Ucrania tendrá efectos en cadena en su país, que no debe "convertirse en un premio de consolación". "El futuro de nuestro país depende del resultado de la guerra en Ucrania", afirmó.
"Para nosotros es importante que durante estas negociaciones se incluya a Bielorrusia, para que no nos convirtamos en un premio de consolación y Bielorrusia no siga subyugada a este régimen y a Rusia. No podemos perder nuestra independencia", añadió.
Tsikhanouskaya huyó de Bielorrusia en 2020 tras unas elecciones en las que el líder autoritario Aleksandr Lukashenko, en el poder desde hace 31 años, se proclamó vencedor y reprimió a la oposición. La comunidad internacional, incluidos Estados Unidos y Europa, ha acusado a Lukashenko de amañar los comicios y le ha impuesto sanciones desde entonces.
Rusia utilizó Bielorrusia como plataforma de lanzamiento para atacar Ucrania desde la invasión a gran escala de Moscú a principios de 2022. Más recientemente, los países bálticos y Polonia han acusado a Minsk de instrumentalizar la inmigración ilegal para crear tensiones en la frontera.
Lituania también ha señalado con el dedo a Lukashenko por permitir que globos violen su espacio aéreo, provocando el caos en el tráfico de pasajeros y llevando a Vilna a considerar una emergencia nacional por las repetidas incursiones. "Se trata de un ataque híbrido contra Europa. Los dictadores intentan constantemente chantajear a los líderes para ver hasta dónde pueden llegar. La indecisión sólo se percibirá como debilidad".