El mundo chií camina hacia Kerbala desafiando a la amenaza yihadista

Cientos de miles de chiíes peregrinan estos días hasta Kerbala, al suroeste de Bagdad.
Con motivo de las celebraciones del Arbain, la ciudad iraquí acoge bajo fuertes medidas de seguridad a un sinfín de fieles, muchos de ellos iraníes, que este año superan con creces la afluencia de otros años. Esto se entiende como un claro desafío de los chiíes a la presencia en territorio iraquí de los yihadistas suníes del autoproclamado Estado Islámico.
“Nuestro deber es proteger a los peregrinos, y contamos con varias patrullas de la policía federal y del comando de operaciones de Bagdad”, informa uno de los muchos agentes de seguridad de la zona. “Estamos protegiendo adecuadamente a los peregrinos y estaremos en permanente alerta hasta que concluyan los rituales”.
En efecto, cerca de 25.000 policías han sido desplegados a lo largo de la ciudad. Para el sábado, el número de peregrinos chiíes en Kerbala podría alcanzar los dos millones.
““Hemos venido aquí desafiando al Estado islámico y al terrorismo”, confirma un peregrino. “Les hemos desafiado y no pasa nada”.
La peregrinación de Arbain es una de las mayores concentraciones religiosas del mundo. Los chiíes se dan cita para conmemorar la muerte en esta ciudad en el año 680 del imán Husein, con un duelo que concluye este sábado.