Construído en la Rusia soviética de 1935, las 200 estaciones distribuídas en 340 kilómetros de vía, conservan desde entonces su elegancia y belleza
Construído en la Rusia soviética de 1935, las 200 estaciones distribuídas en 340 kilómetros de vía, conservan desde entonces su elegancia y belleza, con decoraciones en mármol, bronce y cristal y museos subterráneos que son auténticas obras de arte.