Opiniones variadas entre los europeos en este momento crucial para la Unión Monetaria

Atenas y el resto de miembros de la eurozona negocian una salida, mientras los ciudadanos del viejo continente se mantienen a la expectativa.
Especialmente en la capital griega: “El país debe regresar a la situación anterior a la crisis. Entonces había orden en nuestras vidas. No hay más que decir. La situación ahora es muy difícil y se ha destruido el futuro de nuestros hijos”, explicaba una ciudadana griega.
La visión difiere en Alemania, un país cuyo gobierno ha mantenido una línea bastante dura en lo referente a la quita de deuda. Así lo reflejaba un habitante de Múnich: “Como ciudadano me molesta que sigamos enviándoles dinero, un dinero que probablemente no volveremos a ver, mientras Grecia sigue dando la impresión de creer que no necesita hacer algo a cambio. Me molesta mucho”.
En Italia, otro país golpeado duramente por la crisis, saben que está en juego más que el futuro de Grecia. Así lo veía un romano: “El problema es que la deuda griega también nos afecta. Nos deben dinero porque contribuimos a ayudarles. Si no pueden pagar, nosotros también tendremos problemas. Lo que es seguro es que no estamos bien, ningún país del Mediterráneo esta bien, y eso es un problema”.
Y en España, país que ha sido escenario del surgimiento de una nueva izquierda con Podemos, cercana a Syriza, hay quienes se muestran comprensivos con Grecia, como esta residente de Madrid: “Si no lo facilitan no lo van a poder pagar. Eso es como todo. Si tu tienes una hipoteca y no la puedes pagar, pues no la puedes pagar. O te lo facilitan o no la vas a poder pagar. Entonces van a perder los dos, tanto el que cobra como el que paga, que no va a poder”.