Turquia ha obtenido en Bruselas el repaldo que pidió al convocar a la OTAN por sentirse amenazada por los ataques islamistas. La masacre de Suruc en
PUBLICIDADTurquia ha obtenido en Bruselas el repaldo que pidió al convocar a la OTAN por sentirse amenazada por los ataques islamistas.
La masacre de Suruc en la que murieron 32 militantes de la izquierda kurda a manos de un islamista suicida acabó por catalizar la toma de posición del gobierno de Ergogan.
El secretario general de la OTAN, Jen Stoltenberg afirmó al abrir la reunión: “Es adecuado y oportuno que mantengamos la reunión de hoy para hacer frente a la inestabilidad en las puertas de Turquía y en la frontera de la OTAN. La OTAN está siguiendo los acontecimientos muy de cerca y mantenemos una fuerte solidaridad con nuestro aliado, Turquía”.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha dado hoy por acabado el proceso de paz iniciado en 2013 con la guerrilla kurda. Ha dicho confiar en que la OTAN tome las decisiones apropiadas para apoyar a su país.
Erdogan acusó a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán de haberse “aprovechado” del plan de paz y aseguró que su país seguirá atacando sus posiciones en el norte de Irak.
Turquía ha bombardeado posiciones del grupo Estado Islámico en Siria y al mismo tiempo bases del Partido de los Trabajadores de Kurdistán. Las milicias kurdas son aliadas de facto de Washington en la lucha contra los islamistas lo que añade una nueva fisura en la guerra a varias bandas en Siria.