El oeste de Estados Unidos se enfrenta a una temporada veraniega especialmente violenta en incendios. Estados como el de Washington, en el noroeste
El oeste de Estados Unidos se enfrenta a una temporada veraniega especialmente violenta en incendios.
Estados como el de Washington, en el noroeste, han experimentado varios fuegos que siguen activos, aunque la peor parte sin duda se la está llevando California.
Allí más de 20 incendios de grandes dimensiones siguen activos y los equipos de extinción apenas dan abasto para controlarlos. Hay unos 10.000 bomberos trabajando en ello. Las altas temperaturas y fuertes vientos les complican la tarea.
Uno de los peores está al norte de San Francisco y pone en peligro unas 7.000 viviendas.
En los ya más de siete días que este Estado sufre las llamas devastadoras más de 13.000 personas han tenido que ser evacuadas. La gravedad de la situación llevó al gobernador de California a declarar el estado de emergencia la semana pasada.