Llamamientos a la paz y al desarme nuclear en el 70 aniversario de Hiroshima

El primer ministro japonés ha vuelto a expresar en la ceremonia de conmemoración de los 70 años del bombardeo atómico de Hiroshima su remordimiento por el pasado militarista de su país.
Al acto, celebrado en el Parque de la Paz de la ciudad japonesa, acudieron 55.000 personas. De fondo el “Gembaku Domu”, la cúpula que quedó en pie tras el bombardeo y que es el símbolo de la devastación nuclear y la paz mundial.
“Espero que el gobierno japonés sirva de puente entre las potencias con capacidad nuclear y las que no la tienen, que esté al frente de las discusiones sobre el desarme nuclear. Propongo que Hiroshima sea el lugar del que emanen esas negociaciones”, dijo el alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui.
Los presentes rezaron por las 140.000 víctimas de la bomba atómica. A las 8:15 de la mañana, el sonido del gong marcaba el momento del estallido.
“Vi la terrible situación los diez años que siguieron a la bomba. Vi personas con las caras deformadas o sin brazos. No puedo describir con palabras de lo que fui testigo”, decía una superviviente.
La ceremonia se vio empañada por la reinterpretación de la Constitución que pretende llevar a cabo el Gobierno japonés y que permitiría al ejército nipón participar en conflictos internacionales.
La población está en contra porque iría en contra del carácter pacifista de la Constitución.