Por segunda vez consecutiva en menos de dos meses, una escultura del artista angloindio, Anisk Kapoor, ha aparecido dañada, con inscripciones antisemitas en el palacio de Versalles
Por segunda vez consecutiva en menos de dos meses, una escultura del artista angloindio, Anisk Kapoor, ha aparecido dañada, con inscripciones antisemitas. Kapoor es judío. La obra llamada “Dirty corner”- aunque rebautizada por el propio Kaapor como la vagina de la reina tomando el poder- forma parte de una exposición temporal en los jardines del palacio.
La ministra francesa de la Cultura, Fleur Pelerin, promete mano dura con los culpables:
“ Haremos todo lo posible para atrapar a los culpables. Se arriesgan a una sentencia de 7 años de cárcel y una multa de 100.000 euros y quiero que sean castigados. Es intolerable que en este país, donde la cultura y la libertad de expresión ocupan un lugar tan importante, se produzcan este tipo de conductas”
El que mejor se lo ha tomado es el propio Kapoor, que ha dicho que no hace falta borrar las pintadas insultantes y que, ahora, son parte integrante de la obra.