El banquete de honor de los Premios Nobel en el Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo no ha defraudado, ni en fastos ni en frases para recordar
El banquete de honor de los Premios Nobel en el Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo no ha defraudado, ni en fastos ni en frases para recordar.
Los laureados han hecho gala de ingeniosidad y de agradecimiento hacia Suecia, un país, como ha dicho el Nobel de Economía, Angus Deaton, que se preocupa por el aprendizaje y los logros científicos.
La Nobel de Literatura, la bielorrusa Sevetlana Alexievich, dijo que la Tierra se ha vuelto un lugar incómodo, donde “una era bárbara vuelve a estar sobre nosotros. Una era de poder. La democracia está en retirada”.
En las calles de Oslo, la capital noruega, miles de personas han festejado la entrega del Nobel de la Paz al Cuarteto para el Diálogo Nacional en Túnez. Sus representantes recordaron que el proceso democrático en ese país afronta muchos retos y riesgos.