Donald Trump sigue removiendo conciencias a favor y en contra de su particular forma de hacer política. Esta vez ha sido durante su mitin en Utah en
Donald Trump sigue removiendo conciencias a favor y en contra de su particular forma de hacer política.
Esta vez ha sido durante su mitin en Utah en el que insistió en sus ataques contra la candidata demócrata Hillary Clinton.
Pero fuera, cientos de detractores del que se presenta a la candidatura republicana para las elecciones del próximo noviembre, llegaban a las manos.
Con pancartas en las que podía leerse “construyamos un muro alrededor de Trump y hagamos que pague por el”, y coreando “Señor Odio fuera de nuestro estado”, los manifestantes fueron contenidos por la policía a la entrada del auditorio al que no lograron acceder.
En Utah, un importante centro de transporte y telecomunicaciones al oeste de Estados Unidos, Trump declaró su simpatía por los mormones tras cuestionar que el ex candidato Mitt Rommey lo sea. Esto ocurre poco después de que Rommey anunciase que apoyará a Ted Cruz, que a cierta distancia, es el principal rival del magnate estadounidense.