Centenares de migrantes han abandonado el centro de detención de la isla de Chios destrozado tras días de violentos enfrentamientos entre grupos de
Centenares de migrantes han abandonado el centro de detención de la isla de Chios destrozado tras días de violentos enfrentamientos entre grupos de sirios y afganos y la policía griega. En su marcha algunos migrantes han contado el calvario que han vivido en este centro saturado y con falta de lo más básico.
No pueden devolvernos a Turquía puesto que volveremos a embarcarnos en otro viaje
Mustapha, migrante libanés aseguraba durante su marcha al centro del pueblo que “puede que la ruta de la muerte sea más fácil que vivir en el campo de Chios”.
Mohamed al Jazi, migrante sirio, decía que no se quedarán para ser deportados. Un gran error de las autoridades, dice porque “hemos puesto nuestras vidas en peligro para cruzar el mar. No pueden devolvernos a Turquía puesto que volveremos a embarcarnos en otro viaje. No tenemos otra opción cuando de lo que se trata es de poner a salvo nuestras vidas. No queremos Turquía, ni Grecia, queremos ir a Alemania, a Austria.”
Ahora, cientos de migrantes esperan en vano a que un ferry les traslade al puerto de Pireo, ciudad del sudoeste de Grecia. Las autoridades helenas han aprobado la ley que permite las devoluciones en masa a Turquía. La resistencia de los migrantes puede generalizar las protestas en los puntos calientes como Chios o Lesbos.