Rusia espera de Grecia que le abra más las puertas comerciales y de inversión

Las relaciones entre Alexis Tsipras y Vladímir Putin son de las más cercanas entre un miembro de la Unión Europea y Moscú como muestran estas imágenes de la visita de Tsipras a Putin en abril del año pasado. Y a Putin le interesa un aliado en la UE no solo por razones políticas, sino también económicas. La cercanía geográfica de Grecia es importante para Rusia tanto a nivel de comercio, como de inversiones empresariales y de turismo. Además, Moscú sigue buscando alternativas al suministro de gas y petróleo sin pasar por Ucrania.
Pero, en 2015, los intercambios comerciales entre ambos países cayeron de 3.700 a 2.000 millones
de euros a causa de las sanciones occidentales a Moscú por la ocupación de Crimea y el embargo decretado por Putin como represalia a los productos agrícolas europeos. Aunque Rusia, ahora, también tiene problemas con Turquía. Con lo que Grecia supone un importante destino para los ciudadanos rusos que quieren hacer turismo e incluso comprar apartamentos. Y, en la línea de mira de los empresarios que acompañan a Putin, se halla asimismo el interés por adquirir los ferrocarriles estatales griegos y el puerto de Salónica en plena privatización por exigencias de sus acreedores internacionales. Y para no quedar rezagado respecto a China que también se encuentra en la misma carrera.