El británico Chris Froome sigue vistiendo de amarillo en el Tour de Francia a pesar de una duodécima etapa de lo más rocambolesca.
El británico Chris Froome sigue vistiendo de amarillo en el Tour de Francia a pesar de una duodécima etapa de lo más rocambolesca.
Un recorrido, entre Montpellier y Mont Ventoux, de 184 kilómetros, que se llevó el belga Thomas de Gendt.
Todo empezó a falta de dos kilómetros para la meta. En el grupo de favoritos se habían destacado Froome, Richie Porte y Baauke Mollema. En un estrecho pasillo de público este último chocó contra una moto y cerró el paso a Froome, que sufrió una avería mecánica.
El defensor del título optó por correr a pie hacia meta, mientras pedía otra bicicleta. Poco después se subió a una de asistencia, pero volvió a bajarse para seguir corriendo. Entonces ya le habían sobrepasado el grupo de Quintana y Valverde. Con otra bicicleta, esta vez del equipo Sky, retomó la carrera llegando a más de cinco minutos del ganador.
A pesar de que el jurado podía sancionar o expulsar a Froome, decidió mantener la clasificación en el momento de la caída, por lo que sigue líder con Yates, Quintana y Mollema siguiéndole de cerca.